Tegucigalpa, Honduras.- A pesar de los diferentes esfuerzos realizados por las autoridades para evitar el ingreso del gusano barrenador del ganado (GBG), ya se reportan los primeros casos en el territorio.
En Honduras se contabilizan 25 casos de esta enfermedad que es provocada por la larva Cochliomyia hominivorax, una parasitosis del cuerpo que afecta a los animales y a los seres humanos.
Los casos que las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa) identificaron se registraron en Olancho, El Paraíso, Choluteca y en Omoa, en Cortés.
Los animales afectados por el gusano barrenador en el país hasta el momento son vacas, caballos y cerdos y en su mayoría están relacionadas con ganado que pasó por la frontera con Nicaragua, indicó Denis Cardona, director de la Cámara de Fomento Ganadero de Honduras (Cafogah).
En Olancho se han reportado tres casos; en Choluteca son 14 los animales con la enfermedad; siete se identificaron en el departamento de El Paraíso y uno en el municipio de Omoa, de este último las autoridades investigan cómo fue transmitido.
Rafael Rodríguez, director técnico de salud animal en Senasa, explicó que la mosca causante del gusano barrenador busca las heridas abiertas de un animal para dejar los huevecillos, y durante su ciclo de entre cinco y siete días se alimenta del tejido vivo de los animales, causándole lesiones graves.
El ciclo de reproducción de la mosca es agresivo, por lo que las autoridades piden a los ganaderos desarrollar acciones para evitar la reproducción del gusano.
“Luego que ha cumplido el ciclo en el animal, la larva cae en el suelo para convertirse en una pupa, que es cuando se convierte en una mosca y esta tiene capacidad de poner 450 huevecillos más que van a ser moscas fértiles que pueden contaminar más animales, el ciclo de reproducción es bastante agresivo, por eso vemos que en los últimos meses que el avance es fuerte”, dijo.
“Cuando hay la presencia del gusano es evidente por las lesiones que causa en el animal, por ende nosotros solicitamos a los sectores productivos, al sector ganadero que tome todas las medidas de prevención y que notifique al Senasa”, agregó el experto.
Casos en Centroamérica
Con el reporte de los primeros casos en países de la región (Panamá y Costa Rica) en abril pasado las autoridades hondureñas de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) emitieron alerta sanitaria para evitar su llegada y contener la propagación de la enfermedad.
Las acciones desarrolladas han hecho que el país sea una de los que menos casos ha reportado hasta la fecha.
“Honduras el que tiene la menor cantidad de casos, pero seguimos trabajando todos en equipo porque si nos descuidamos o falla algo en el proceso la enfermedad puede avanzar rápidamente, como ha sucedido en Costa Rica, en Nicaragua y en Panamá”, afirmó el técnico de Senasa.
Panamá fue el primer país que reportó los primeros casos del gusano barrenador, depués de 20 años de estar libre de la enfermedad.
Actualmente la nación es una de las más afectadas del región, hasta mediados de octubre ese país registró 19,970 casos del gusanos barrenador en ganados, animales doméstico y humanos.
En Costa Rica los casos también están en aumento, las autoridades de salud animal reportaron más de 200 casos nuevos en las últimas semanas, llegando a acumular 9,641 casos en lo que va del año.
El país vecino Nicaragua reportó esta semana los primeros dos casos de gusano barrenador en humanos, lo que elevó la alerta en las autoridades sanitarias; los dos casos se suman a los 4,653 que se reportan hasta la fecha.
Hasta hace algunos días la propagación del gusano barrenador en Centroamérica se mantenía en Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras; sin embargo, esta semana el gobierno de Guatemala reportó el primer caso de la enfermedad.
El caso se detectó en un ternero de la zona de Los Amates en el departamento de Izabal, en la región nororiental del país.
Medidas para frenar la enfermedad
A través del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) los países centroampericanos realizan una ardua y muy buena labor en cuanto a la inspección y control del gusano barrenador en la movilización del ganado.
Desde que se reportaron los casos se han desarrollado estrategias que ayuden a reducir la propagación, entre ellas capacitaciones a los ganaderos para detectar la enfermedad, campañas de prevención, inspecciones en zonas fronterizas fronteras
En Honduras como en otros países de la región se implementó la dispersión de mosca estéril, este proceso consiste en regar una mosca con un control biológico en distintas partes para que se reproduzca con la mosca que porta el gusano barrenador y así lograr las larvas que nazcan no porten la enfermedad.
“Esta dispersión se ha hecho vía terrestre y actualmente vía aérea; en próximas fechas ya estamos por inaugurar el primer centro de eclosión y dispersión de mosca estéril de la región que estará ubicada contigo al aeropuerto Palmerola y que de ahí se operará los vuelos para estar haciendo las dispersiones terrestres aquí en la zona fronteriza con Nicaragua y también con Guatemala debido a la reporta de casos que hay en Guatemala”, detalló Rodríguez.
Edgar Oliva, ganadero en la región de Olancho, manifestó que a pesar que las afectaciones en el ganado en esa zona han sido bajas, están preocupados y vigilantes.
”Estamos atentos a las heridas y a todo lo que pueda poner a nuestros animales con esta enfermedad”, dijo.
De acuerdo con información aportada por el Programa Centroamericano de Maestría en Entomología de la Universidad de Panamá, las consecuencias económicas de la enfermedad causada por el gusano barrenador podrían llegar a ser multimillonarias
Según José Loaiza, coordinador académico e investigador del programa, hay estudios científicos previos que han estimado que las pérdidas económicas anuales a causa de la gusanera Cochliomyia hominivorax en Centroamérica podrían ascender a más de 150 millones de dólares.