TEGUCIGALPA, HONDURAS.-“Llegar a esta Tierra bendita me hace feliz y reaviva mis energías”, dijo el padre Ángel García, fundador de Mensajeros de la Paz, al arribar a Honduras.
Sencillo, carismático, sereno y amigable, así es el padre Ángel, cuyo nombre de pila hace honor a la labor que desarrolla desde hace 60 años, cuando inició la fundación con la intención de ayudar a los más necesitados de su natal país, España, pero que hoy tiene presencia en más de 70 países del mundo, incluyendo Honduras.
Durante una entrevista en exclusiva con EL HERALDO, el máximo representante de Mensajeros de la Paz recordó que desde niño tuvo la vocación de servir al Señor y fue a sus 24 años que se ordenó como sacerdote. Sin embargo, reconoció que si hubiera desempeñado otra profesión sería la de médico porque así como se curan almas, se curan cuerpos”, indicó.
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Sobre los hondureños, el filántropo dijo que su percepción era positiva, “son hombres y mujeres hijos de Dios y lo más importante en la vida es que todos somos iguales”.
“En Mensajeros de la Paz están los que creen, los que no creen y de cualquier ideología que quieran hacer el bien a los demás”, agregó.
Finalmente el sacerdote se refirió a la Navidad como un momento precioso envió un mensaje a los hondureños para esta especial fecha. “Tenemos que querernos más. Vayan y denle un beso al abuelo, a la mamá, a la pareja para evitar esa falta de cariño. La vida es bella y hay que cuidarla y compartirla, eso es lo que vine a hacer a Honduras”, concluyó.