Tegucigalpa, Honduras
De acuerdo con las investigaciones de las autoridades salvadoreñas, se estima que existen entre 30 mil y 60 mil miembros de maras y unas 400 mil personas vinculadas con las estructuras de estas bandas delictivas.
Igual que en Honduras, las dos principales pandillas que operan son la Mara Salvatrucha y la Barrio 18, esta última dividida en dos grupos: los Sureños y los Revolucionarios.
Su principal fuente de financiamiento es la extorsión, para lo cual mantienen estructurada una red para mantener sometido al sector comercial y el transporte. Se estima que anualmente obtienen 30 millones de dólares.
El problema de la inseguridad se ha convertido en el principal obstáculo de los últimos dos gobiernos, pero ha sido bajo la presidencia de Francisco Cerén que se ha recrudecido la ola delictiva.
Es tal la situación de violencia que El Salvador es ya el país de la región con la mayor tasa de homicidios por cada cien mil personas. Un reporte del periódico El Faro estableció a mediados del año pasado que pese a que el promedio diario en 2015 fue de 16.2 homicidios, la tendencia de las últimas semanas es aún más aguda y, salvo un cambio radical, la proyección de 91 homicidios por cada 100,000 habitantes podría quedarse corta.
Un reporte de la BBC de Londres, con fecha de agosto del año pasado, precisa que las autoridades salvadoreñas aseguran que el recrudecimiento de la violencia se debe al incremento de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las pandillas.
El gobierno salvadoreño ha emprendido una persecución contra las pandillas, lo que ha obligado que muchos de sus miembros huyan hacia Guatemala y Honduras.
De acuerdo con las investigaciones de las autoridades salvadoreñas, se estima que existen entre 30 mil y 60 mil miembros de maras y unas 400 mil personas vinculadas con las estructuras de estas bandas delictivas.
Igual que en Honduras, las dos principales pandillas que operan son la Mara Salvatrucha y la Barrio 18, esta última dividida en dos grupos: los Sureños y los Revolucionarios.
Su principal fuente de financiamiento es la extorsión, para lo cual mantienen estructurada una red para mantener sometido al sector comercial y el transporte. Se estima que anualmente obtienen 30 millones de dólares.
El problema de la inseguridad se ha convertido en el principal obstáculo de los últimos dos gobiernos, pero ha sido bajo la presidencia de Francisco Cerén que se ha recrudecido la ola delictiva.
Es tal la situación de violencia que El Salvador es ya el país de la región con la mayor tasa de homicidios por cada cien mil personas. Un reporte del periódico El Faro estableció a mediados del año pasado que pese a que el promedio diario en 2015 fue de 16.2 homicidios, la tendencia de las últimas semanas es aún más aguda y, salvo un cambio radical, la proyección de 91 homicidios por cada 100,000 habitantes podría quedarse corta.
Un reporte de la BBC de Londres, con fecha de agosto del año pasado, precisa que las autoridades salvadoreñas aseguran que el recrudecimiento de la violencia se debe al incremento de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las pandillas.
El gobierno salvadoreño ha emprendido una persecución contra las pandillas, lo que ha obligado que muchos de sus miembros huyan hacia Guatemala y Honduras.