El fenómeno social de las pandillas crece y se extiende cada día a nivel de Centroamérica, México e incluso Estados Unidos de América, donde Honduras no es la excepción de una problemática en la que se involucran cientos de menores, sin importar su sexo, nivel educativo o condición económica.
Ante esta situación, varios países están tomando medidas para evitar el recrudecimiento de las acciones delictivas de estas bandas de antisociales.
En el caso de El Salvador se hizo el lanzamiento de la Fuerza de Intervención y Recuperación Territorial (FIRT), una unidad antipandillas integrada por 600 efectivos del Ejército y 200 policías que están siendo desplegados en 81 sectores de los diez municipios con mayores índices de violencia.
En territorio salvadoreño se contabilizan una veintena de asesinatos diarios, cuya mayoría son atribuídos a las pandillas que cuentan con unos 70 mil miembros, de los cuales 13,000 se encuentran tras las rejas, según reportes de autoridades locales.
Mientras que un gran operativo se llevó a cabo este miércoles en Nueva York para detener a 120 miembros de dos pandillas del Bronx -al norte de la ciudad-, el cual ha sido calificado como la redada más grande de la historia de esa urbe.
Se trata de integrantes de dos 'gangs' (pandillas) rivales conocidas como Big Money Bosses (BMB) y Fly YGz, a cuyos miembros se acusa de la comisión de múltiples ilícitos como asesinatos, tiroteos, actos de violencia, venta de narcóticos, robo, intento de robo, fraude bancario y distribución de billetes falsos, según las actas de inculpaciones de la policía neoyorquina.
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Tarea frecuente
En el caso de Honduras, las detenciones de pandilleros es tarea frecuente de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) cuando están ligados al cobro del mal llamado impuesto de guerra.
No obstante, la actividad de estos malvivientes no cesa y en lugar de disminuir se reporta un repunte en los casos de delincuencia organizada, homicidios, masacres, disputa de territorios por venta de drogas y sobretodo la extorsión que ha ocasionado el cierre masivo de negocios y empresas en las principales ciudades del país.
Recientemente, Transportes Cristina y el gimnasio Body Gym clausuraron sus operaciones por el constante acoso de extorsionadores, el cual les generaba incuantificables pérdidas económicas y la muerte de sus empleados, específicamente de la empresa de transporte interurbano.
A inicios de este año, la Mara Salvatrucha (MS-13) recibió un golpe sin precedentes mediante la Operación Avalancha, la cual generó aseguramiento de bienes, millonarias incautaciones de dinero en efectivo, automotores hasta capturas de funcionarios entre ellos el alcalde del municipio de Talanga, Jorge Neftaly Romero y el expolicía Alvaro Ernesto García Calderón.
Si bien es cierto, esta acción permitió el combate a la red de extorsión de esta estructura criminal, no ha habido un seguimiento, mucho menos se extendió a la pandilla rival, es decir la mara 18, quienes continuaron operando sin dificultad y en su lugar han intensificado su accionar delictivo.
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Crear inestabilidad
'Donde hay acción, siempre hay reacción, es una ley física que se aplica a lo social y moral y cuando los grupos antisociales se sienten acosados, perseguidos o se les limita su modus operandi automáticamente ellos acuden a crear una inestabilidad para obligar al gobierno a que afloje la cuerda', planteó el fundador de Proyecto Victoria, Mario Fumero en una entrevista exclusiva concedida a EL HERALDO.
En tal sentido, aseguró que Honduras confronta en la actualidad dos serios problemas, siendo uno de ellos la persecución a narcotraficantes, quienes no se van a quedar con los brazos cruzados y van a pagar para que desestabilicen el aparato gubernamental, mientras que cuanto más fuerte actúe el Estado contra las maras, sus miembros reaccionarán con mayor dureza.
A nivel regional, solo Costa Rica y Nicaragua han puesto mano dura frente a este fenómeno social, donde esta última nación ha sido la más drástica en cuanto a esta problemática y por ende tienen menos afectaciones debido a su política de no dar a lugar a la organización de estas bandas, indicó el reverendo.
Resaltó que en El Salvador y Honduras ha sido lo contrario, donde se ha prestado la situación política para la generación de las pandillas, las cuales en lo particular se vienen dando desde 1996 con la eliminación del servicio militar obligatorio y la extrema libertad que gozan los menores de edad.
Refugio
Fumero explicó que 'cuando unos delincuentes, mareros, narcotraficantes se encuentran presionados en un sector, buscan refugio en otro, las maras tienen una buena interconexión, o sea una buena relación entre ellos, en los diferentes países, por lo tanto los que están en riesgo en un lugar, buscan amparo en otro sitio y se prestan para protegerse'.
Además, precisó que está es una estructura que cubre no solamente parte de Centroamérica, sino también México y los Estados Unidos de América.
'El Estado está sufriendo las consecuencias de una política dura, después de haber tenido una política de tolerancia y permisibilidad extrema; por lo tanto cuanto más dura sean las leyes y menos se cumplan, más reacciones habrán', mencionó el conferencista internacional.
Finalmente, sostuvo que 'Honduras es un país de Derecho, pero como este se viola, los jóvenes saben que frente a la impunidad ellos pueden actuar libremente y mientras que en el país la represión a los grupos antisociales no vaya precedida de una justicia recta y correcta no se va inducir el temor y todos van a producir inestabilidad para hacer la vida imposible al sistema que los está acosando'.
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