Como cualquier otro día de su jornada laboral, el hondureño Donatilo Jiménez Euceda se dirigió temprano a su trabajo sin saber que la muerte lo rondaba. La víctima laboraba en el departamento de mantenimiento del Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico (Curla).
Era alrededor del mediodía del 8 de abril de 2015, cuando mientras maniobraba un tractor perdió el control del mismo y se estrelló contra un árbol, por lo que al bajarse del automotor le dijo a sus compañeros que ya regresaba y se fue rumbo a una plantación de cacao en el lugar.
Posteriormente, sus compañeros de trabajo observaron su vehículo pasar a lo lejos, pero no detectaron ninguna anomalía.
Al día siguiente, su esposa al ver que no había regresado a casa, y en su trabajo no lo habían visto desde el mediodía anterior, acudió a interponer una denuncia ante el Ministerio Público (MP) por su desaparición. Pasaron tres días y Donatilo no apareció.
Reveladora conversación
Mientras tanto en San Pedro Sula, tres días después la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) detuvo a José Augusto Turcios Salinas alias 'Mayimbu o Bayimbu' acusado por el delito de extorsión.
Tras su captura se le decomisó cuatro teléfonos móviles por lo que las autoridades procedieron a realizar el peritaje y extracción de información realizando un macabro hallazgo.
Entre los datos detectaron que el detenido había llamado en varias ocasiones a otro individuo que se encontraba en La Ceiba, a escasos metros de donde desapareció Donatilo Jiménez, justo el mismo día y hora de su desaparición.
La persona al otro lado de las llamadas fue identificado como Roberto Javier Alemán Castellón conocido también como Franklin Ramón Alemán Castellón, alias 'Flaco o Largo'.
En la primera llamada le informaba al primer imputado que tenía en su poder a Donatilo, que lo había raptado cuando iba a pie, llevándose también su carro, y le comenta que la víctima (supuestamente) pertenecía un banda criminal igual a la de ellos.
A lo que el primer detenido instruyó al 'Flaco' que procediera a sacarle información del teléfono y que se deshaciera del carro, que le quite el arma y que le pregunte por 'Jairo y Tito', quienes también serían integrantes de la banda criminal 'Los Pumas'.
Luego le pide al compinche que le mande una imagen del secuestrado, misma que fue enviada y hallada en móvil del imputado.
En la imagen, según el expediente investigativo, y que no fue proporcionada a los medios, se observa a Donatilo Jiménez vestido con el unifrome del trabajo diario, sometido en el suleo y amarrada las manos hacia atras.
Después de recibir la foto, vuelve a llamar informándole a 'El Flaco' que efectivamente Donatilo pertenecía a Los Pumas, por lo que 'ya sabía que hacer'. 'Que le ponga tres disparos en la cara', luego cortó la comunicación.
Pocos segundos después vuelve a timbrar e inicia la llamada indicando que hay cambio de planes y le da espeluznantes indicaciones.
A través del audio indicaba que 'esconda a la víctima, consiga una segueta para cortarle los dedos -uno por uno- hasta que dé información de Los Pumas'. Y que después de cortarle los dedos lo entierren, que pasada dos o tres semanas lo desentierren para quemarlo.
Finalmente, el primer imputado vuelve a llamar al que esta ejecutando el crimen para pregntarle si había cumplido con la misión, a lo que el segundo individuo le manifiesta que 'ya efectivamente, el trabajo está hecho'.
El caso contra los dos detenidos, luego de un año de haber sucedido, esta semana fue elevado a juicio oral y público, tras ser remitidos por el Juzgado Penal con Jurisdicción Nacional.