Las hojas que durante mucho tiempo gozaron de confianza debido a sus extremos estándares de calidad ahora son cosa del pasado.
En su lugar, el RNP realizó un convenio con la Empresa Nacional de Artes Gráficas ( ENAG) para la impresión de un nuevo papel de seguridad.
En el acuerdo también se incluyó la comercialización de otros derivados del papel, como órdenes de combustible y hasta tarjetas de presentación de los funcionarios.
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El cambio del papel de seguridad obedece a un ahorro en los costos, pues el papel anterior comprado a proveedores extranjeros con representantes nacionales costaba 13.90 lempiras, mientras que el nuevo, hecho en casa, alcanza los 2.25 lempiras.
Con la reducción en el costo también bajan los estándares de seguridad, pues las nuevas hojas carecen de medidas consideradas valiosas para evitar supuestas falsificaciones.
En recargo del nuevo papel está la incorporación del viejo código QR, con el que se pretende validar si en realidad el documento es original.
La reducción de los costos no servirá de nada para el bolsillo de los hondureños, pues a pesar de la rebaja el precio de los documentos que se emiten con este papel se mantendrá en el mismo valor.
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Iniciativa
Durante décadas, el RNP compró el papel de seguridad para la emisión de constancias de matrimonio, actas de defunción, solterías, literales, entre otras, en el exterior.La práctica se justificó por la delicadeza de los documentos y la importancia de contar con un mecanismo que evitara una rápida falsificación.
Estos argumentos quedaron en el pasado, pues la reducción de costos orilló a las nuevas autoridades a cambiar el delicado papel de seguridad.
La determinación se tomó, según explicó Rolando Kattán, comisionado del RNP, ante el incremento en el precio de las antiguas hojas de seguridad.
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Argumentó que al tomar las riendas de la institución se encontraron con puntos de acta donde se especificaban los estándares que debía tener el papel de seguridad.
Las especificaciones eran tan extremas que era imposible encontrar un proveedor local que pudiera igualar las rigurosas medidas.
Es así que la primera compra de papel de seguridad realizada por la interventora en el 2019 se le adjudicó al proveedor que venían contratando.
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Argumentó que el logro, en ese entonces, fue negociar, a tal punto que el precio bajó de casi 18 lempiras a 13.90, comprando en esa ocasión más de 350 mil hojas.
Ante la demanda, la institución comenzó a realizar gestiones internas para sustituir las especificaciones que debía tener el papel de seguridad por algo menos ostentoso, pero de condiciones válidas.
La gota que derramó el vaso, según el interventor, fue el último proceso de licitación que realizaron en junio pasado, en el que pretendían comprar 400 mil hojas.
En ese momento las ofertas que recibieron por cada hoja de papel de seguridad sobrepasaron los 20 lempiras, lo que les resultó muy caro.
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La licitación se declaró fracasada y se fortaleció la iniciativa de cambiar el papel de seguridad por uno impreso en el país.
El interventor no detalló si se tomó en cuenta la opinión de expertos para pasar de un papel con altas medidas de seguridad a uno un poco menor.
Lo que sí detalló es que el convenio se realizó con la ENAG, institución que tomó la responsabilidad de la impresión del papel, vendiéndolo al RNP a un poco más de dos lempiras.
Se nombró como “Convenio de cooperación interinstitucional entre el Registro Nacional de las Personas ( RNP) y la Empresa Nacional de Artes Gráficas”, en el que -además del papel de seguridad- se autorizó la comercialización entre ambos de “formularios, libros de inscripción, papel preimpreso, papel para certificaciones, formato de constancias, solicitudes, papel para notas marginales, talonarios para órdenes de combustible, talonarios para requisiciones, sobres, tarjetas de presentación”, entre otras.
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Según documentos provistos por el RNP, entre las especificaciones importantes del nuevo papel está la inclusión del código QR que permite a las instituciones verificar en la base de datos del RNP si el documento es válido.
El problema es que las instituciones del Estado carecen de aparatos que les permitan enlazar sus dispositivos con el RNP para validar documentos.
El experto acusó que es un tema de apreciación, pues con el papel anterior tampoco había total certeza de su veracidad o legitimidad para una persona común y corriente.
EL HERALDO conoció que el nuevo papel en el que se emiten los documentos cuenta en su descripción con “hoja membretada T-C impresas en papel Opticheck por tiro y retiro a F/C con tinta de seguridad embozada y numeradas”.
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