Tegucigalpa, Honduras.- El azul profundo del Caribe casi se traga la aventura de tres ciudadanos españoles que navegaban a bordo del velero La Esmeralda, una embarcación de recreo que encontró dificultades frente a las costas de Santa Elena, en Islas de la Bahía.
Pero en medio del silencio marino y el riesgo de quedar varados, una respuesta oportuna devolvió la esperanza a sus tripulantes.
Gracias a un patrullaje rutinario, elementos de la Fuerza Naval de Honduras detectaron la emergencia marítima a tiempo. La embarcación, que había quedado encallada, fue localizada por los uniformados y rescatada mediante una operación de asistencia y remolque hacia aguas más profundas.
La maniobra fue ejecutada con precisión, garantizando en todo momento la integridad física de los tres ocupantes y permitiendo restablecer la seguridad de la navegación en la zona, una de las rutas más transitadas por embarcaciones de recreo en el Caribe hondureño.
Tras el exitoso rescate, la Fuerza Naval también brindará apoyo técnico a los navegantes, quienes recibirán asistencia mecánica para reparar los daños ocasionados en el sistema motriz del velero. Este acompañamiento permitirá que la embarcación vuelva a operar con normalidad.
Afortunadamente, los tres tripulantes españoles se encuentran en perfecto estado de salud. No fue necesario trasladarlos a ningún centro médico, ya que no presentaban lesiones ni señales de deshidratación, agotamiento o traumatismos.
El velero La Esmeralda forma parte del creciente número de embarcaciones internacionales que surcan las aguas del Caribe en busca de nuevas rutas, aventuras y experiencias.
Islas de la Bahía es uno de esos destinos favoritos, tanto por su belleza natural como por sus condiciones favorables para la navegación.
Una vez concluidas las reparaciones y realizadas las verificaciones de seguridad, los tres marineros podrán continuar su travesía marítima, agradecidos con las autoridades hondureñas por su pronta respuesta y la hospitalidad brindada.
Este incidente, aunque sin consecuencias graves, vuelve a poner en evidencia la importancia de la vigilancia naval constante en las zonas costeras del país.