TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Desde un altar improvisado con ramas y hojas, colocado sobre la zona de desastre, el mensaje de paz y bienestar del padre Leopoldo Serrano llega a los “olvidados” de la zona occidental de Honduras.
Tras conocerse el llamado de auxilio emanado desde la aldea La Reina, en Protección, Santa Bárbara, El HERALDO conversó con el Franciscano de la Misericordia quien atiende la calamidad que azota a los que él considera “sus hijos”.
Aunque el gobierno no escuche las plegarias de los afectados, el religioso dice que no se doblega ante la adversidad.
¿Cuál es la situación actual de Santa Bárbara?
Hay zonas destruidas por completo y tenemos albergados de cinco comunidades vecinas, Chalmeca, La Bodega, Seis de Mayo, Valle Verde y Callejones.
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¿Cuántos están afectados?
Son más de 300 familias, pero el número puede crecer ya que hay tres comunidades que corren peligro por los deslaves y no los hemos incluido.
¿Dónde está la gente damnificada en estos momentos?
Unas 250 familias buscaron ayuda en la parroquia, pero sigue bajando gente afectada de las montañas.
¿Cómo se está atendiendo a los damnificados?
Recibimos ayuda de comunidades vecinas, entre ellos compartimos lo poco que tenemos. Comemos frijoles, espaguetis, necesitamos utensilios de cocina.
¿Alguna entidad gubernamental ya se comunicó?
Hasta ahorita (tarde del sábado) no, han dado poquita provisión, pero nosotros miramos hacia el futuro.
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¿A qué se dedican las familias afectadas?
Son personas jornaleras, algunos tenían sus finquitas, pero todo se está derrumbando. Tenían milpas de frijol y maíz.
¿De manera inmediata qué es lo que necesitan?
Quizás estufas aunque sea de gas, platos, vasos. Las personas se sienten solas, perdieron todo, están sufriendo.
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¿Cuál es su llamado para el gobierno?
Que nos donen tierras, quizás las que han incautado a narcotraficantes de la zona. Ahí se podrían construir muchas casas.
