TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La imposición de la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rebeca Ráquel Obando, en la rotación de las salas del Poder Judicial ha generado el repudio y la condena de diversos sectores de la sociedad.
La titular del Poder Judicial había afirmado semanas atrás que respetaría las rotaciones en base al Reglamento Interior de la CSJ y al final incumplió su palabra, alterando el orden del magistrado que debía asumir en la estratégica y clave Sala Constitucional y de paso en la Sala Civil.
La acción desbordó la lluvia de críticas y de condena por parte de los diversos sectores, quienes instaron a Obando a rectificar y respetar el orden de precedencia que ya se había establecido cuando asumió la nueva CSJ y así solucionar la crisis que ha activado.
La preocupación es generalizada, ya que los sectores ven claras intensiones del partido de gobierno de allanar el camino, acabar con los poderes del Estado e instalar una Asamblea Constituyente.
“Ni siquiera recurrieron a la votación para cambiar el reglamento vigente de rotaciones de la presidencia de la Sala Constitucional de la CSJ. Lo impusieron y punto”, condenó el designado presidencial Salvador Nasralla.
El presidente del Claustro de Profesores de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Jorge Herrera, dijo que lo ocurrido en el Poder Judicial da una mala imagen al país.
“La Corte Suprema de Justicia representa el estado de derecho y garantía jurídica, todos necesitamos una Corte garante del estado de derecho y este tipo de imagen vende división”.
Herrera cuestionó que el jueguito de intereses políticos y el juego de cada político se antepone siempre en Honduras.
