De acuerdo con médicos y epidemiólogos, esta nueva cepa, que ya se registra en más de 100 países, es altamente contagiosa y sus síntomas son menos leves, pero igual de peligrosos, ya que la estructura del virus ha cambiado y se teme que se reduzca la respuesta de inmunidad con algunas vacunas anticovid.
El infectólogo Tito Alvarado aseguró que “la carga viral que se transmite es más alta. Este virus se reproduce rápidamente en la garganta y lo peor que la sintomatología que se conoce hasta hoy es como una pequeña gripe”.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que como síntomas más recurrentes esta variante provoca dolor muscular, fatiga y cefalea (dolor de cabeza), aunque también hay registros de personas que presentan cuadros febriles (fiebre) y dolor en la garganta. A diferencia de otras variantes, como delta, con ómicron los infectados no han registrado pérdida de gusto y olfato.
Según el viceministro de Salud, Roberto Cocenza, en Honduras ya hay personas con esta sintomatología, aunque se siguen esperando los resultados de las muestras enviadas a laboratorios.
Los casos sospechosos siguen en vigilancia. Incluso, el epidemiólogo Manuel Sierra aseguró que estas mismas personas han dando negativo a las pruebas para detectar las cepas alfa, beta, gamma y delta, por lo que se podrían acreditar a ómicron.
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Preocupación
La carga viral de ómicron es menor que la de delta, pero la transmisibilidad es más rápida. Expertos aseguran que un infectado puede contagiar hasta a 10 personas, una cifra hasta cuatro veces mayor que los que se infectan con la variante delta.La mayor preocupación con esta nueva cepa es que la efectividad de muchas vacunas se ha reducido, pero la propagación es más fácil en naciones con altos índices de población renuentes a la inmunización o poco acceso a ella.
En Honduras hay varios casos sospechosos de la cepa y, aunque más del 60% de la población tiene al menos una dosis anticovid, siempre existe la probabilidad de contagio. Para mayor inmunidad, la Secretaría de Salud redujo de seis a tres meses el intervalo para aplicar la dosis de refuerzo a la población mayor de 18 años.
El epidemiólogo Manuel Sierra aseguró que la probabilidad de contagio para quienes tienen dos dosis es del 10% y se reduce a 5% para quienes tienen tres, es decir, con el refuerzo.
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