Tegucigalpa, Honduras
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, instó a la rectora Julieta Castellanos y a los estudiantes a buscar una solución al conflicto “que surja de la misma comunidad universitaria”, que permita la normalización de las clases y garantice la autonomía que con frecuencia ha sido violentada.
El defensor del pueblo se pronunció por una pronta solución al problema, en momentos en que cobra fuerza en el Congreso Nacional la idea de nombrar una comisión interventora que garantice el diálogo y permita la reanudación de las clases.
El comisionado “esperaría, de los actores universitarios, el cumplimiento de su corresponsabilidad en cuanto a favorecer una solución que surja de la misma comunidad universitaria, afirmando su autonomía; fomentando la enseñanza de calidad en la UNAH, con respeto de los derechos humanos de toda la comunidad universitaria”, dice un comunicado firmado por Herrera Cáceres.
Una solución de las crisis daría a las “familias la respuesta académica al esfuerzo económico que realizan para educar a sus miembros” y al mismo tiempo brindaría “a la comunidad nacional la respuesta efectiva a su legítima expectativa de protección, respeto y cumplimiento del derecho a la educación superior de calidad para lograr su contribución esperada al desarrollo sostenible de Honduras”, agrega.
“Dada la agravación progresiva del conflicto, es prioritario e instamos a poner fin a toda incitación a la violencia, al odio, a la discriminación; y a concentrarse en abordar los aspectos que generaron el conflicto actual y sus efectos negativos sobre las partes y toda la comunidad universitaria, así como sobre las familias de todos los estudiantes y la población en general”, afirma Herrera Cáceres.
Los estudiantes ya no quieren dialogar con las autoridades universitarias porque, según ellos, la rectora Castellanos se preocupa más por mandarlos a los tribunales que por buscarle solución al problema. Ella por su parte, se queja del vandalismo y de la influencia política en el movimiento estudiantil.
El comisionado de Derechos Humanos plantea su deseo porque haya “entendimientos” y, en ese sentido, se ofrece como facilitador “para que todos los integrantes de la comunidad universitaria atiendan sus responsabilidades de cumplir y respetar el derecho humano a la educación superior”.
“Dada la agravación progresiva del conflicto, es prioritario e instamos a poner fin a toda incitación a la violencia, al odio, a la discriminación y a concentrarse en abordar los aspectos que generaron el conflicto actual y sus efectos negativos sobre las partes y toda la comunidad universitaria, así como sobre las familias de todos los estudiantes y la población en general”, afirma Herrera Cáceres.
“Se hace necesaria la interlocución democrática requerida que comprenda todos los aspectos”, dice.