Honduras

Sor Valdette recibe la Orden José Cecilio del Valle en su retiro

15.12.2017

Tegucigalpa, Honduras
Por dejar una huella imborrable entre los migrantes hondureños retornados de Estados Unidos, el gobierno condecoró a Sor Valdette Wileman.

Por trece años, la religiosa fungió como directora del Centro de Atención al Migrante Retornado ubicado en San Pedro Sula y se convirtió en “la madre” de miles de compatriotas deportados.

Ante esa situación, y por cumplir su misión en el país, el gobierno le otorgó la condecoración con la Orden José Cecilio del Valle en el grado de Comendador.

“Me llevo en el corazón la sencillez, la fe y la esperanza reflejada en cada rostro de los migrantes retornados a Honduras, que recibí durante estos trece años y ocho meses”, expresó con lágrimas en sus ojos Sor Valdette Wileman.

La madre
Al hacer uso de la palabra, Sor Valdette irrumpió en llanto al recordar los últimos compatriotas deportados desde Estados Unidos y que recibió este jueves en el aeropuerto capitalino, quienes le decían: “Se nos va nuestra madre”.

La monja se mostró agradecida con la pareja presidencial por la distinción e indicó que es un orgullo y “agradezco a Dios por vivir mi vocación en una misión tan linda como es servir a los migrantes hondureños”.

Por su parte, Ana García de Hernández agradeció a Wileman por su don de servicio y por ser la luz de miles de migrantes, a quienes siempre atendió de forma personalizada brindando palabras de esperanza a todos los hombres y mujeres que regresaban tristes por no cumplir sus sueños.