NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- La Fiscalía de Estados Unidos presentó un escrito ante la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, que contiene la declaración anticipada de cuatro testigos colaboradores en el proceso criminal que se le sigue al expresidente Juan Orlando Hernández, el exjefe de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla y el exoficial Mauricio Hernández Pineda.
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“La Fiscalía ha resumido partes del testimonio anticipado de estos cuatro testigos colaboradores para proporcionar algunos ejemplos de las formas en que se superponen las pruebas contra los acusados”, señala el documento federal.
En el oficio los fiscales estadounidenses establecieron que los testigos depondrán “sobre temas adicionales y que llamarán a otros testigos - hasta ahora desconocidos-, y presentarán pruebas adicionales en el juicio en conjunto para demostrar aún más sus roles superpuestos en la conspiración”.
El primer testigo es identificado por los fiscales como CW-1, cuyo nombre es Mario Guillermo Mejía Vargas, un exoficial de la Policía Nacional, que se entregó voluntariamente a la justicia de Estados Unidos en 2016, y que se declaró culpable de los cargos, pero llegó a un arreglo para colaborar.
Mejía Vargas, de acuerdo a las investigaciones de la Fiscalía de EUA, trabajó muy de cerca con el agente Mauricio Hernández Pineda, para proteger los envíos de cocaína de Juan Antonio “Tony” Hernández y el capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“El gobierno espera que CW-1 (Mejía Vargas) testifique sobre conversaciones que tuvo con Mauricio Hernández Pineda en las que le ordenó que no cooperara con las fuerzas del orden estadounidenses contra Juan Orlando y Juan Antonio Hernández”, revela el escrito.
Según el documento, Hernández Pineda llevó a Mejía Vargas a la casa de “Tony” Hernández en Tegucigalpa, y mientras estaba allí observó en la habitación de huéspedes un armario lleno de fajos de 20 dólares, que fueron envueltos de la misma manera que los sobornos que había recibido anteriormente a cambio de brindar protección y seguridad a los cargamentos.
Posteriormente, Hernández Pineda le confirmó que todos los sobornos se pagaban en la casa de “Tony”. Luego de enterarse que Mejía Vargas se había entregado a la justicia, Mauricio Hernández Pineda, se enteró del plan y rastreó a su esposa en una iglesia de Tegucigalpa, para tratar de disuadir el plan de colaborar con los agentes federales.
“Hernández Pineda también advirtió a Mejía no podía hablar de Juan Orlando y Tony Hernández porque la situación sería manejada a nivel presidencial y por lo tanto era demasiado sensible”, establecieron los fiscales.
El segundo testigo es Alexander “Chande” Ardón, identificado en el proceso como CW-2. “Chande” Ardón fue el alcalde de El Paraíso, Copán, entre 2006 y 2014, y está involucrado en una mega conspiración de tráfico de drogas. Tras entregarse voluntariamente a Estados Unidos, comenzó a cooperar con los fiscales y a desenredar toda una maraña que salpican a políticos y exdiputados en el cobro de sobornos.
Los documentos indican que Ardón, en 2009, desembolsó una fuerte suma de dinero a tres diputados del Congreso Nacional, para asegurar la elección de Juan Orlando Hernández como presidente de ese Poder del Estado.
“Después de CW-2 (Alexander Ardón) sobornara con éxito a los congresistas, Juan Orlando Hernández lo llamó para agradecerle. En la llamada, Juan Orlando manifestó que él estaba disponible para cualquier favor que pudiera necesitar, como una referencia a la protección de la cocaína de la Policía”, expresa el escrito.
Una vez que JOH fue electo como presidente del Congreso, volvió nuevamente a llamar a Alexander Ardón, esta vez para garantizarle el apoyo de la policía y militares en el resguardo de los cargamentos de cocaína.
“Con el respaldo de Juan Orlando, CW-2 (Chande Ardón) se volvió más audaz en su narcotráfico. Entre 2010 y 2012, Ardón y Tony Hernández distribuían dos o tres cargamentos al mes, utilizando helicópteros, barcos, aviones y camiones, para transportar la droga. Muchos de esos envíos eran para “El Chapo” Guzmán.
En 2011, mientras continuaba traficando cantidades masivas de cocaína, Ardón vino a apelar a la protección que le garantizaba Juan Orlando al confiar en ambos, Hernández Pineda y Bonilla Valladares, para ayudar a transportar su droga. Tony Hernández -dijo Ardón-que le pagó a Hernández Pineda para brindar seguridad y ayudar con los envíos de drogas, y que Ardón podría hacer lo mismo.
Para esa misma época, un narcotraficante hondureño rival, se negó a permitir que Ardón y otros coconspiradores alineados con Juan Orlando y Tony Hernández usaran ciertas rutas para transitar su cocaína.
En respuesta, Ardón habló con Tony Hernández, quien dijo que él ordenaría a “El Tigre” Bonilla llevar a cabo el asesinato.
En 2013, Ardón se reunió en privado con Juan Orlando. Durante la reunión, Juan Orlando le dijo que no debería buscar la reelección como alcalde porque no podría seguir protegiéndolo de las fuerzas del orden si seguía siendo funcionario.
“A cambio de una donación de un millón de dólares a la campaña a la presidencia de Juan Orlando, le aseguró a Ardón que sino buscaba la reelección, podía seguir disfrutando de la protección, además le ofreció contratos en la alcaldía donde se desempeñó”, indica el escrito.
El tercer testigo es Víctor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo”, identificado como CW-3 y que fue extraditado desde Guatemala.
“La Fiscalía espera que CW3 (“El Rojo”) declare sobre su rol en el narcotráfico y el papel de cada uno de los acusados en ese tráfico, incluyendo lo siguiente: Díaz Morales testificará que Tony Hernández explicó que él y Juan Orlando tenían influencia sobre la Policía al más alto nivel para proteger el narcotráfico, que fue una referencia específicamente a la asistencia que tanto Bonilla Valladares como Hernández le brindaron a él y a Juan Orlando”, indica el escrito.
Asimismo, los fiscales esperan que “El Rojo” también declare sobre la protección que Hernández Pineda proveyó para las actividades de narcotráfico de Juan Orlando y Tony Hernández.
El cuarto testigo es CW4, Devis Leonel Rivera Maradiaga, cabecilla del cartel de Los Cachiros.
“El gobierno espera que CW4 (el cachiro) testifique sobre sus interacciones corruptas con ambos, Bonilla Valladares y Juan Orlando. En 2003, Devis Leonel se reunió con Bonilla Valladares para buscar ayuda para localizar y matar a un traficante rival. Bonilla Valladares le dijo a Devis a cambio del pago, él y otros miembros de la Policía localizar a la víctima; seguir sus movimientos; y matarlo.
“CW4 pagó a Bonilla Valladares aproximadamente $300,000 para llevar a cabo el asesinato, aunque CW4 eventualmente tuvo a alguien más realmente para llevar a cabo el asesinato”.
También se espera que Devis Rivera testifique sobre la participación de Juan Orlando en el mismo cargo.
“ CW4 (Devis Rivera) pagó sobornos a poderosos políticos y empresarios hondureños, incluidos Juan Orlando, a cambio de protección y asistencia para su narcotráfico y dinero actividades de lavado.
Por ejemplo, en 2012, Devis Rivera entregó 250,000 dólares para la campaña política que fue entregado por un intermediario. El documento de la Fiscalía fue entregado en las últimas horas, y en él se solicita a la Corte someter en un solo juicio al expresidente Hernández, “El Tigre” Bonilla y al exoficial Hernández Pineda. El juicio con jurado está previsto para el 18 de septiembre.
La determinación de separar los juicios la tomará en las últimas horas el juez federal Kevin Castel.