Tegucigalpa, Honduras
Se había anunciado que sería uno de los días más calurosos del año, y así era, en la capital se registraban temperaturas arriba de los 30 grados centígrados.
Pero a eso de la 1:30 de la tarde el cielo de la ciudad se tornó gris oscuro.
La señal alegraba a los capitalinos que desde hace varias semanas aguardan la lluvia ante los incendios forestales, la ola de calor y la falta de agua en los embalses de la ciudad.
Fue a eso de la 1:45 PM que Tegucigalpa y Comayagüela comenzaron a experimentar una fuerte tormenta eléctrica con granizos en algunos sectores y vientos racheados con una fuerza de alrededor de 40 kilómetros por hora.
Según el reporte de las estaciones meteorológicas de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), la lluvia fuerte solo duró 22 minutos y dejó un acumulado de 34.4 milímetros de agua.
Las nubes convectivas comenzaron a arropar las ciudades gemelas y luego de unos minutos; las calles, bulevares y bloques de varios sectores residenciales de la capital se comenzaron a inundar.
Uno de los primeros sectores de la ciudad en reportar problemas fue la colonia Kennedy, donde se inundaron las calles en las cercanías del Instituto España Jesús Milla Selva.
Al igual varias casas resultaron con filtración de agua en la segunda entrada de este populoso sector. Según Juan Gutiérrez, afectado, desde hace unos cinco años que en temporada de lluvias se inunda su vivienda.
“La tubería que está acá no soporta la cantidad de agua que cayó, esto nos pasa siempre, pedimos a las autoridades municipales hacer algo, estamos cansados”, lamentó Gutiérrez.
La tormenta provocó serias inundaciones en varios centros comerciales de la ciudad y provocó la interrupción del suministro de energía eléctrica en decenas de colonias.
Sectores con daños
Según Julio Quiñónez, subcomisionado de Copeco, al menos el 70 por ciento de la capital se vio afectada de alguna manera por las lluvias. Uno de los mayores incidentes se reportó en las cercanías de las instalaciones del Ministerio Público, donde un árbol cayó sobre tres vehículos.
En el interior de uno de los automotores se transportaba una mujer que resultó ilesa, luego que las ramas del árbol quebraran varios vidrios del automotor.
Asimismo, varias personas quedaron varadas en sus medios de transporte al intentar cruzar calles que estaban inundadas.
Esto sucedió en el bulevar Morazán, colonia El Prado, Alameda y anillo periférico, entre otros sectores.
Además, en otras colonias se reportaron inundaciones, levantamientos de techo y caída de árboles sobre viviendas.
Entre las zonas afectadas están los barrios Morazán, Guadalupe, Villa Adela, colonia Las Minitas, Villa Delmi y La Campaña.
Del mismo modo, las colonias Kennedy, Miraflores, La Joya, Rodríguez, Altos del Milagro, Juan Lindo y Roberto Suazo Córdoba.
También se enlistan las colonias Canaán, Bendeck y la residencial San Juan.
“En el sector de Mandofer, por la crecida de la quebrada, salieron afectados unos ocho vehículos”, expresó Quiñónez.
Este fenómeno ya estaba previsto por las autoridades, según los pronosticos. También este día esperan fuertes lluvias.
Ademas, se reportó la filtración de agua en los hospitales San Felipe y Mario Mendoza y el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), afectando a varias salas de hospitalizados que tuvieron que ser reubicadas a otros espacios.
En horas de la noche, y después de unas seis horas de lluvia, se reportó un deslizamiento en la colonia Sagastume, en la antigua salida a Olancho, donde se dio informe de tres viviendas dañadas.
“Unidades de respuesta de Copeco realizan trabajos para despejar vías y asistir a personas que se vieron afectadas”, manifestó Quiñónez.
Colapso vial
Los bulevares, calles y avenidas de la capital se convirtieron en ríos luego de las fuertes precipitaciones.
La gran cantidad de agua hizo que el sistema de aguas lluvias colapsara haciendo de las vías un cauce rápido del agua.
En los bulevares Fuerzas Armadas, Suyapa, anillo periférico y Los Próceres, entre otros, se formaron enormes filas, producto de esto el tráfico vehicular estuvo hasta altas horas de la noche.
Debido a las gigantescas pozas que se formaban sobre las calzadas varios automotores quedaron varados, ya que el agua superaba el metro de altura.
La tormenta ocasionó, además, la suspensión de los vuelos locales e internacionales en el Aeropuerto Toncontín, el cual fue cerrado por espacio de alrededor de tres a cuatro horas, según informaron las autoridades.
