TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En el primer semestre de 2024, Honduras ha experimentado un aumento alarmante en la cantidad de incendios forestales en comparación con el 2023.
Así lo muestran los datos del Instituto Nacional de Conservación Forestal (INCF), analizados por EL HERALDO.
Al 15 de junio de 2024, se contabilizaron 3,130 incendios forestales, 68 más que en todo 2023, un aumento del 2%.
Pero más allá de esto, están las consecuencias ambientales. Y como ocurre con los incendios forestales, también pasa con las hectáreas de bosque.
En el primer semestre de este año hubo 296,916 hectáreas de bosque quemadas según el INCF.
Esto significa 73,422 más que en todo 2023, que contabilizó 223,494, para un aumento del 32%. Esta situación ha generado una creciente preocupación tanto a nivel nacional como internacional, ya que los incendios forestales no solo destruyen valiosos recursos naturales, sino que también tienen repercusiones significativas en la economía, la salud pública y la biodiversidad.
Algunas fuentes consultadas por EL HERALDO indican que hay varios aspectos a considerar en esta problemática; el cambio climático, las actividades humanas y la deficiencia en la gestión forestal.
A detalle
La incidencia de los incendios forestales y en las hectáreas de bosque quemadas varía de acuerdo al año.
Francisco Morazán, en 2023, fue el departamento que más incendios forestales (756) y hectáreas de bosque quemadas (55,956) registró.
Pero en 2024 fue Olancho, el departamento que registró más daños; 830 incendios, y 102,417 hectáreas de bosque quemadas.
La principal causa probable de los incendios en ambos años es la misma; por incendiarios.
En 2023, el 75% de los incendios forestales registrados en Honduras fue por los incendiarios, mientras que en 2024 fue el 79%.
Para los expertos, el impacto ambiental de los incendios forestales y la quema de hectáreas de bosque en Honduras es significativo.
La destrucción de bosques tropicales y subtropicales lleva a la pérdida de biodiversidad, afectando a numerosas especies de plantas y animales, algunas de ellas endémicas y en peligro de extinción.
Los incendios también tienen efectos negativos en el suelo, reduciendo su fertilidad y aumentando la erosión.
La liberación de grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero durante los incendios contribuye al cambio climático, creando un ciclo vicioso de calentamiento global e incendios más frecuentes e intensos.
Hasta este 18 de junio, el ICF no registró incendios activos debido a las torrenciales lluvias que azotan al país.
Culpan a la Fiscalía
No obstante, instituciones como el mismo ICF y la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias expusieron que la labor para reducir el número de incendios fue intensa y extensa, pero culparon a la Fiscalía, calificándola de un músculo débil por no judicializar los casos de los incendiarios.
“El problema aquí es la impunidad que existe. Mientras no se metan a la cárcel incendiarios o pirómanos, la gente va a seguir provocando incendios como si nada”, lamentó Luis Solís, director ministro del ICF.
“La mayoría de los incendios siguen siendo provocados por personas. Había incendios que controlábamos y en la noche ya iban individuos a volver a incendiar”, reprochó.
El titular del ICF denunció que los incendiarios utilizaban horas nocturnas para quemar las áreas de vocación forestal.
En 2024, el 79% de los siniestros forestales fueron provocados por incendiarios, mientras que en 2023 los mismos causantes representaron un 75%.
Otras fuerzas vivas que combatieron los incendios forestales, como Copeco, están claras en que la Fiscalía es un punto débil por los pocos casos judicializados.
De hecho, de acuerdo con Solís, por los más de 3,000 incendios solo este año, solo hay 3 personas capturadas.
Por su lado, José Cabrera, jefe de la Unidad de Respuesta Inmediata de Copeco, externó que “necesitamos eficiencia de la Fiscalía”. “Es ahí donde tenemos el problema.
Los fiscales nos dicen que no hay recursos, que no hay cómo moverse y muchas otras cosas”, añadió Cabrera.
EL HERALDO se comunicó con la Fiscalía Especial del Medio Ambiente del Ministerio Público y, al consultar los datos sobre procesos de investigación activos en los casos de incendios forestales, aseveraron que desconocen las cifras.
En tanto, Carlos Vallencillo, portavoz de esta unidad, argumentó que sí hay fiscales y presupuesto para llevar a cabo las investigaciones.
“Lo que pasa es que los pobladores generalmente no ayudan a las autoridades para identificar plenamente a los individuos porque al final estas personas son vecinos de los que queman”, justificó Vallecillo.
Fuerzas vivas en combate a incendios ya elaboran el plan de prevención para 2025 y aseguran que la cantidad de incendios será menor, pues las proyecciones meteorológicas indican que el verano será lluvioso.
Desde el ICF se aseguró que están reforestando casi 3,000 hectáreas de bosque, es decir, una cantidad similar a la que se dañó este año.
