YORO, YORO.- Una señal de emergencia ELT (Emergency Locator Transmitter, por sus siglas en inglés) fue recibida en la frecuencia de emergencia 121.5, proveniente de la aeronave con matrícula HR-ABB, modelo C-310, con plan de vuelo Roatán-Tegucigalpa; segundos después se perdió todo contacto.
En la avioneta tipo Cessna solo viajaba su piloto, el reconocido empresario hondureño Alan Edgardo Flores Rodil.
Don Alan Flores despegó en su aeronave a las 4:03 de la tarde del Aeropuerto Internacional Juan Manuel Gálvez de Roatán, con destino al Aeropuerto Toncontín, en la capital. A las 4:19 de la tarde, la torre de control del Juan Manuel Gálvez transfirió la comunicación del piloto con la torre de control del Aeropuerto Internacional Golosón de la ciudad de La Ceiba.
Hasta ese momento el desplazamiento de la aeronave se daba con normalidad y minutos después, a las 4:35 de la tarde, desde Golosón lo transfirieron a la torre de control de Toncontín, a razón de que ya había entrado en el espacio aéreo controlado por el aeropuerto de la capital.
Don Alan Flores entabló la efímera conversación con el controlador aéreo y esbozó una sonrisa posterior a la contestación del controlador, según detalló EL HERALDO una fuente de entero crédito sobre el último contacto del empresario, que quedó grabado en la torre de control del Aeropuerto Golosón.
Después de ese contacto, el piloto debió de llamar a la torre de control de Toncontín, notificando la posición, pero esa comunicación no se dio.
Dos minutos después, a las 4:37 de la tarde, se perdió la traza de señal en el radar en la torre de control de Toncontín; en ese momento la avioneta Cessna 310, con el empresario a bordo, se habría desintegrado.
La zona del impacto
La Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC) alertó que perdió comunicación con la nave cuando sobrevolaba el Parque Nacional La Muralla, aproximadamente a diez millas náuticas de la posición VOKAS y a 37 millas náuticas del Aeropuerto Internacional Golosón, de La Ceiba.
Pobladores del caserío Las Calabazas, jurisdicción del municipio de Yoro, alarmados, llamaron a la Policía Nacional para informarles que partes de una avioneta casi les caen encima.
El jefe departamental de la Policía Nacional en Olancho, subcomisionado Saúl Mendoza Espino, confirmó que, en efecto, se recibió la llamada de un poblador sobre el hallazgo de las partes de un avión que cayeron cerca del caserío Las Calabazas, en Yoro, minutos después de las 4:30 de la tarde.
El oficial detalló que agentes policiales destacados en los municipios de Mangulile y La Unión se desplazaron al lugar para corroborar lo que se les había notificado, pero sin darles una ubicación exacta de dónde supuestamente se había precipitado la nave, se hacía más difícil la tarea.
Después de cuatro horas de búsqueda en un terreno quebrado, alrededor de las 9:30 de la noche del sábado, el contingente policial por fin logró encontrar la avioneta destruida, en medio de varios árboles en un bosque de conífera. Sobre los restos de la aeronave con matrícula HR-ABB, tipo Cessna, yacía el cuerpo sin vida de un hombre de avanzada edad; se trataba del empresario Alan Edgardo Flores Rodil.
La escena
Por lo alejado de la carretera más cercana a la zona del impacto y las condiciones de acceso a la montaña, los policías que hicieron el primer reconocimiento del accidente aéreo no pudieron realizar la extracción del cuerpo. Además, tenían que esperar a que llegara al sitio un fiscal del Ministerio Público (MP) que diera fe de lo ocurrido.
Desde la tarde del sábado se tuvo el conocimiento del percance, trascendiendo que la avioneta accidentada era propiedad de Flores Rodil, sin embargo, no se confirmaba que fuera él el que iba en ella.
Fue hasta la mañana del domingo, al encontrar la licencia de aviador del empresario, que se pudo comprobar que se trataba del señor Alan Flores.
En presencia de todas las autoridades se realizó el levantamiento del cuerpo y aproximadamente a las 11:00 de la mañana del domingo, fue bajado de la montaña para luego trasladarlo hasta el municipio de La Unión, Olancho, donde fue subido a un helicóptero militar que lo trasladó hasta la Base Aérea Hernán Acosta Mejía, en la capital.
A la 1:30 de la tarde fue ingresado a Medicina Forense, para practicarle la autopsia médico-legal.
El corto viaje
La avioneta tipo Cessna, propiedad del empresario, tenía capacidad para cuatro pasajeros y el piloto, pero en ella solo viajaba él. El vuelo desde la isla de Roatán estaba previsto que debía durar en promedio una hora y 15 minutos, con una llegada aproximada de las 5:18 de la tarde a Toncontín. La aeronave alcanzó una altitud que alcanzó los 12,000 pies, según los registros obtenidos por la AHAC.
Él tenía una licencia de piloto emitida por la AHAC para poder pilotear aeronaves privadas, actividad que realizaba a menudo.
Se conoció que don Alan Flores estuvo en Roatán atendiendo cuestiones de negocios de su grupo empresarial y que regresaba a Tegucigalpa con el objetivo primordial de asistir a la gala de graduación de una de sus nietas.
La noticia de su trágico deceso causó conmoción en su familia y en el sector empresarial del país, ya que Alan Flores era muy reconocido por su larga trayectoria en el empresariado hondureño, principalmente en la importación de vehículo de primera línea.
El velatorio de sus restos mortales se realiza en una funeraria capitalina, lugar que desde ayer fue muy concurrido por familiares y sus amigos más cercanos.
Don Alan estaba a punto de cumplir 82 años de edad, el próximo 12 de junio, y era originario de la capital de la República, donde constituyó en gran parte su emporio empresarial. Su familia informó que el velatorio del reconocido empresario se desarrollará este lunes a partir de las 11:00 de la mañana. Mientras que su sepelio será mañana luego de una misa de cuerpo presente a las 11:00 AM en la Basílica de Suyapa.