Honduras

Unos 800,000 jóvenes ni estudian ni trabajan en Honduras

A este fenómeno se le conoce como “ni-nis”, que sumado al colapsado sistema educativo y a una explosión en la cantidad de gente joven que tendrá el país a partir de 2015, hace que la situación social y económica se agrave + Ver fotogalería

07.04.2014

Nota de Redacción

La inestabilidad del sector educativo en los últimos años empieza a repercutir en la sociedad hondureña en general. Una vez que los alumnos formados durante este período intentan acceder a la universidad o ingresar al mercado de trabajo, cargan el lastre de haber recibido una formación de baja calidad en el nivel primario y secundario.


Los problemas del sistema de educación, desde preescolar hasta la universidad hacen que para un alumno sea aún más difícil acceder a un nivel más alto de educación o encontrar trabajo como mano de obra calificada.

Existen actualmente en Honduras 800,000 jóvenes entre 14 y 30 años que no estudian ni trabajan. Este dato preocupante lo es más cuando se recuerda que Honduras es un país con una población muy joven, ya que 7 de cada 10 hondureños son menores de 30 años.

Más preocupante aún es que la generación que actualmente cursa la primaria y la secundaria formarán a partir de 2015 el porcentaje de gente joven en edad laboral más alto en la historia del país. Cuando ese momento llegue, ellos serán la cosecha del actual estado del sistema educativo, y su incorporación o exclusión del mercado laboral marcará la realidad de la nación.

El efecto del mal funcionamiento de nuestro sistema de formación de ciudadanos en el que tienen responsabilidad los gobiernos, la dirigencia magisterial y la sociedad misma, hace que el riesgo de la criminalidad aumente y que la mano de obra hondureña sea poco competitiva. ¿A dónde va a parar Honduras con un caótico sistema educativo que urge de una verdadera transformación?

El Heraldo presenta una serie de periodismo de profundidad acerca del estado actual del sistema educativo en Honduras y las perspectivas a futuro.

La educación de los hondureños, nos parece, es la formación del tipo de país que somos, la juventud, que actualmente suma el 68% de la población, es el presente y el futuro de este país y por lo tanto hay que tomar acciones ya.

Unos 800,000 jóvenes ni estudian ni trabajan

Honduras se encuentra a la puerta de un fenómeno en el crecimiento de su población que podría ser una gran oportunidad o una grave amenaza para el país, de acuerdo a economistas y organizaciones dedicadas a la educación y el desarrollo.

Según el profesor Manuel Flores, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), quien fue el primer experto en economía y estudios de población que realizó una investigación acerca de este tema, “para el año 2015 y como mínimo hasta el año 2040, Honduras tendrá la mayor cantidad de gente joven en edad de trabajar de su historia. La mayor parte de estos hondureños se encuentra hoy en día en su etapa formativa.

Esto hace que la educación que actualmente recibe la juventud hondureña deba tener una importancia imperativa para el bienestar económico y social del país en las próximas décadas. Sin embargo, la realidad actual no es alentadora.

Los “ni-nis”

Actualmente, 68% de la población de Honduras, que ronda en los 8 millones de personas, es menor de 30 años, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

De este total de jóvenes menores a los 30 años, el INE también calcula que unos 800,000, es decir el 10% de la población total del país, ni estudia y ni trabaja. El panorama para el futuro no es alentador, pues se estima que la situación podría ser considerablemente peor a partir del 2015.

A estos jóvenes se les conoce como “ni-nis”, recordando que ni son parte del mercado laboral ni forman parte del sistema educativo.

De acuerdo al último informe del Estado de la Región en Desarrollo Humano sostenible, 6 de cada 10 de estos jóvenes “ni-nis” habitan en el área rural, y 4 en las áreas urbanas.


La situación de los “ni-nis” está relacionada con la cultura familiar o posibilidades de canales formativos y laborales que estas personas tienen a su disposición.

Pero igualmente esta generación “ni-nis” se ha visto “impulsada” por el caótico sistema educativo que impera en la nación, en la que tanto los gobiernos, el sector magisterial y la sociedad en general tienen su cuota de responsabilidad.

El bono demográfico

Por otra parte, el fenómeno de los “ni-nis” podría verse multiplicado dentro de tres años debido a otro fenómeno más, el llamado “bono demográfico”, que es el nombre con el que se llama a una cantidad sin precedentes de gente joven en un país, cuando estos ya están listos para trabajar.

Estas personas inician un ciclo de vida en el que, en un principio, tienen necesidad de educación y atenciones básicas como alimentación.

En el momento en que la necesidad los obliga, o cuando ya han cumplido con su proceso de formación, pasan a formar parte del mercado laboral del país, por lo que contribuyen a crear riqueza en la sociedad con su trabajo y pagan sus impuestos al gobierno.

Al tratarse de una cantidad nunca antes vista de personas con necesidad de trabajo y, por lo tanto, oportunidad de ser empleada, la economía de un país puede levantarse si esta masa de gente joven es aprovechada. Si no es aprovechada, por el otro lado, el conflicto social puede crecer considerablemente.

“Este fenómeno sucede únicamente una vez en la historia de un país”, según el consultor independiente y profesor de economía Josiel Sánchez, “y es la oportunidad de desarrollar la economía si se prepara al capital humano”.

¿Qué hacer con tanto joven?

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Honduras existen 2,114, 366 niños menores de 9 años, lo que representa el 26% de la población del país. Siempre de acuerdo con el INE, en Honduras habitan 1,839,806 jóvenes entre 10 y 19 años, lo que suma el 23% de los hondureños.

Por lo tanto, 49% de los hondureños de hoy en día son menores de 20 años y se encuentran en su etapa formativa.

De acuerdo a un estudio publicado por la Cooperación Alemana (GIZ), “Desde el 2011 hasta el 2015, la oportunidad para aumentar el nivel educativo y productivo de la fuerza laboral de 2015-2040 es crítica para aprovechar el bono demográfico.”

Según los alemanes, “la fuerza laboral debe estar preparada para el ‘bono demográfico’ y el sector privado debe tener los recursos humanos necesarios y programas de capacitación para aumentar la productividad y competitividad”.

Para esta organización, la pregunta que nos debemos hacer es ¿cuál es el nivel de educación de las fuerza laboral emergente, con relación a las necesidades actuales y futuras?

Rendimiento y Presupuesto

Actualmente el sistema educativo de Honduras sostiene el segundo peor rendimiento en América Latina, a pesar de ser el segundo país que más invierte en porcentaje de su Producto Interno Bruto (9%) desde años recientes.

Cabe recordar que la economía nacional no es muy fuerte y la cantidad que se genera en impuestos no es comparable a la de otros naciones.

Aún así, solo una pequeña parte del presupuesto se invierte de forma concreta en los estudiantes.

De acuerdo al último Informe de Progreso EducatiPara, que promueve el progreso de la educación en Honduras, “el desempeño general del sistema es insatisfactorio y Honduras se está quedando atrás en relación a otros países de la región”.

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