Consciente de que la noche anterior su turno había terminado a las 11:48, Pedro Jacome respondió el teléfono y acordó estar en la vivienda de la joven en 10 minutos.
El hondureño, de 30 años, se bañó lo más rápido que pudo, se puso unos jeans y la camisa blanca que meses atrás, con mucho esfuerzo, había mandado a bordar para que se viera el nombre de la empresa de taxis VIP que durante la pandemia montó junto a un amigo. Tomó su cartera, celular, las llaves del auto y salió con destino a Comayagüela.
Una rápida llamada avisó a la joven que estaba frente a su vivienda. Cuando la vio salir de la casa se puso la mascarilla que llevaba colgando en su barbilla y con voz suave la saludó.
Las ventanas iban cerradas y la única protección que ambos tenían eran los cubrebocas, un bote de alcohol y la esperanza de no contagiarse el uno al otro. Ella necesitaba transporte y trabajar para poder mantener a su hija.
Pedro no es empleado de nadie, trabaja en el sector informal y así contribuye de forma indirecta la economía de Honduras. Él no le teme a infectarse porque dice que “está joven” pero la idea le parece molesta cuando por desinterés una buena parte de la población, incluyéndolo, podría no ser vacunada.
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“Siento impotencia en saber que existe una solución y no va a llegar por la corrupción, digo corrupción porque todavía seguimos esperando los hospitales”, dijo en diálogo con EL HERALDO.
En Honduras casi dos millones de compatriotas no saben si recibirán la vacuna contra covid-19. Todo depende del Congreso Nacional y la gestión de la Secretaría de Salud para hacer la compra de un tercer lote de dosis que, de solicitarse, podrían llegar al país a finales de 2021 o hasta 2022. E incluso, existe una creciente queja de varios sectores que el gobierno no ha asegurado la compra.
Se trata de un lote de 1.9 millones de vacunas que el gobierno de Honduras tiene la intención de comprar, pero los fondos no han sido aprobados por el Congreso Nacional.
¿Habrá vacunas contra el covid para todos?
A inicios de diciembre, Salud solicitó 748 millones de lempiras al Poder Legislativo para hacer efectiva la compra de las vacunas, sin embargo, un mes y ocho días después los fondos no han sido aprobados.Con este lote, más 1.9 millones de dosis que donará el mecanismo Covax que impulsa la Organización Mundial de la Salud y GAVI, el gobierno pretendía cubrir a 3.8 millones de compatriotas, pero expertos como Tito Alvarado dudan que no llegue ni el uno el otro.
El epidemiólogo afirmó a EL HERALDO que las únicas vacunas que llegarán al país serán 1.4 millones que compró el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) de forma directa a la empresa AstraZeneca para aplicar a sus derechohabientes.
Según el cronograma de distribución, las dosis serán facilitadas a partir del 21 de abril de este año en cinco entregas mensuales.
“Las de la OMS vamos a estar en la cola, no se sabe cuándo vienen. Hay un montón de países haciendo cola”, dijo el experto, al afirmar que los países “ricos” están acaparando la mayoría de vacunas mientras los “pobres”, como Honduras, aún esperan las donaciones.
¿Quiénes quedarían sin vacunarse?
EL HERALDO publicó recientemente que Honduras es uno de los países que tiene más rezago en la adquisición de vacunas, lo que provocó que Covax afirmara que a finales de febrero e inicios de marzo llegarán las primeras dosis del lote de vacunas que cubrirá al 20% de los habitantes del país..Aún así, esa donación no cubrirá a toda la población y la compra de las 1.9 millones de dosis que pretende realizar Salud puede dejar sin protección a igual cantidad de personas.
Se trata de cuatro grupos de personas: los trabajadores del sector de la economía informal, como Pedro; los privados de libertad; los estudiantes mayores de 18 años y las personas de 50 a 59 años.
De acuerdo con el Plan Nacional de Introducción de la Vacuna contra el covid-19 son exactamente 1,981,000 personas las que quedarían pendientes.
'La fecha dependerá de suministros disponible a través del Fondo Rotatorio a finales de 2021', menciona el documento.
Ellos serían los últimos en vacunarse (fase 3) o incluso podrían no recibir ninguna de las dos dosis necesarias para alcanzar la inmunidad del virus.
Para Tito Alvarado esto podría ser “catastrófico”, pues habrán más infectados y muertes, sobre todo personal de salud. “Cuando venga la vacuna ya el virus habrá hecho desastres”, mencionó.
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“¿A quién se la van a comprar? Tienen que hacer convenio y las únicas dos que están son Pfizer y AstraZeneca que ya va a empezar a entregar; el problema es que no se ha hecho ni el convenio y hay un listado de países que han dado adelantos y, por lo tanto, la cola es larga”, cuestionó.
Alvarado dijo que el gobierno debió pagar por adelantado las vacunas en junio o julio, tal como lo hicieron países regionales como Costa Rica y El Salvador.
“Si el Ministerio (Secretaría de Salud) hubiese hecho la compra como el Seguro Social u otros países de Centroamérica, ya estaríamos nosotros esperando la vacuna, exactamente como la está esperando el seguro Social”, señaló.
¿Cómo se realizaría la compra?
Al ser aprobados los 748 millones de lempiras que la Secretaría de Saludo pidió al Congreso Nacional para 1.9 millones de dosis, solo habría dos formas de adquisición.La primera sería de forma directa, es decir que, Salud haga la gestión con Pfizer o AstraZeneca; el Poder Legislativo autorizó a Salud y al Seguro Social hacer compras de la vacuna contra el covid-19 sin intermediarios, pero de ambas instituciones solo el IHSS aceleró la gestión.
La segunda opción sería a través del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que ofrece vacunas calificadas por la OMS y a precios accesibles.
Este fondo es el que le permitirá a Honduras recibir la donación de 1.9 millones de dosis, por el mecanismo Covax, lo que significa que al gestionar la compra por ese medio el proceso podría extenderse hasta finales de 2022.