La presunta sicaria Ana Chanelly Córdoba, detenida el miércoles en la ciudad de La Ceiba, Atlántida, ha vivido rodeada de la violencia, así los demuestran las circunstancias de su no tan larga existencia.
A Córdoba se le acusa de haber dado muerte a un conductor en la ciudad de La Ceiba. Dos días después del crimen, ocurrido el lunes pasado, en las redes sociales circuló un video del momento en que asesinaron al conductor Mario Gómez mientras conducía la unidad interurbana.
Con una madre fallecida recientemente y cuya muerte no fue esclarecida aún por la Policía; la presunta sicaria conocida bajo el alias de La China, tiene además un hermano supuesto marero de la pandilla 18, identificado como Kevin Javier Martínez Córdoba, capturado hace una semana por la Policía.
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Fuentes de entero crédito revelaron a EL HERALDO que la mujer se volvió miembro activa de la organización hace siete años cuando se expareja fue detenido y encarcelado en el módulo de máxima de seguridad de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS).
La madre de la 'China', identificada como Ana Córdoba, fue asesinada en extrañas circunstancias dentro de su vivienda cuando sujetos desconocidos llegaron y la atacaron.
El hecho se registró el pasado 15 de marzo, tras ser herida murió en un centro médico a donde la trasladaron para intentar salvarle la vida. Hasta el momento nadie fue detenido por su muerte.
Ana Chanelly Córdoba fue detenida el pasado miércoles tras la difusión de un video del asesinato de un conductor en La Ceiba. En las imágenes se ve como la supuesta sicaria se acerca a la víctima y le dispara cegándole la vida.
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A la detenida le sobrevive además una hermana que no tendría vínculos con sus actos delictivos y que publicamente aclaró que mantiene distancia de su hermana hoy imputada.
'Desde la muerte de nuestra madre no nos vemos. Los policías no movieron ni un dedo para atrapar a quien le hizo eso a mi madre', se publicó en su cuenta de facebook la hermana de la detenida.
En sus redes sociales, la 'China' frecuentemente se autocatalogaba como 'una maldita' y como una 'asesina'. Cada una de sus publicaciones inspiraban odio, rencor y un pasado lleno de dolor y abandono ante la pérdida de su madre y otras circunstancias.
Ahora, la 'China' deberá pasar sus días en la cárcel para pagar por sus sangrientos actos donde se ha llevado de encuentro vidas humanas.
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