No importa el nombre que reciba, la advocación o el título, lo importante es la fe inquebrantable de los fieles católicos que a diario siguen con devoción y cariño a la Virgen María.
La advocación está muy relacionada con el lugar o región del hallazgo y el título es el nombre oficial que la Iglesia Católica le ha dado a esa aparición divina.
Es así como a la adorada Virgen de Suyapa se le tituló oficialmente como la Inmaculada Concepción de María de Suyapa (Nuestra Señora de Suyapa), simbolizada por una venerada estatuilla que le apareció al campesino Alejandro Colindres en 1747.
Este humilde trabajador del campo y su hijo de ocho años, Lorenzo Martínez, regresaban de la montaña del Piligüín y como les agarró la noche decidieron acampar.
“Colindres estaba despierto por un dolor agudo en su costado y se dio cuenta que estaba acostado sobre algo. Versiones posteriores del relato afirman que Colindres, sin ver lo que era, tomó y arrojó lo que le molestaba lo más que pudo, pero cuando volvió a acostarse ahí estaba de nuevo. A la mañana siguiente, Colindres descubrió que había estado durmiendo sobre la estatuilla de una virgen, que luego llevó al altar de su familia en casa de su madre”, relata la historia.
Veinte años después, estando en el altar de la familia Colindres, se le atribuyó a la virgencita su primer milagro. Esto provocó la admiración y el respeto de aquella generación de humildes hondureños.
La familia Colindres recaudó fondos y logró construirle al milagroso hallazgo la primera capilla, hecho ocurrido en 1777, el mismo año del nacimiento del prócer José Cecilio del Valle. Fue en 1925 que el papa Pío XI la declaró Patrona de Honduras y fijó el 3 de febrero su día festivo.
En 1969 las Fuerzas Armadas, tras la sangrienta guerra con El Salvador, la declararon la Capitana de las Fuerzas Armadas.
Muchos militares hondureños relataron que durante la guerra recordaron la Virgen y a ella le atribuyen el milagro de que el conflicto armado solo durara 100 horas. Durante la fiesta mariana se estima una movilización de dos millones de hondureños, según el padre Víctor Ruiz, vicario del Santuario de Suyapa.
Esto es importante porque demuestra la vocación, la veneración y la fe de un pueblo que año con año cree en su Virgen, a la que le pide cada día su presencia divina para aminorar los riesgos de inseguridad y aliviar otros problemas que atormentan su vida.
Especial: Virgen de Suyapa
Las advocaciones
Varios son los nombres que recibe la Virgen María en diferentes países. En México se llama Nuestra Señora de Guadalupe; en Argentina, la Virgen del Luján; en Bolivia, Nuestra Señora de Copacabana; en Brasil, Nuestra Señora Aparecida; en Canadá, Notre Dam du Cap; en Chile, la Virgen del Carmen de Maipú.
En Colombia recibe el nombre de Nuestra Señora de Chiquinquirá; en Costa Rica, Nuestra Señora de los Ángeles y en Cuba, Caridad del Cobre. La fe religiosa de Ecuador identifica a su venerada imagen como Nuestra Señora del Quinché, mientras que los españoles la llaman Virgen del Pilar.
Guatemala, un país con amplios ancestros indígenas, tiene a Santa María del Rosario, mientras que Nicaragua la llama Inmaculada Concepción (La Purísima).
Cada país tiene una historia que contar respecto al hallazgo de su virgen. En Cuba está celosamente guardado el documento encontrado en el Archivo de Indias donde se narra cómo “los tres Juanes” encontraron la imagen “el primero día del mes de abril de mil seiscientos ochenta y siete años”.
Fue encontrado por el sabio cubano Leví Marrero, bajo el título: Audiencia de Santo Domingo, legajo 363.
Los mexicanos tienen documentada la historia de su venerada Virgen de Guadalupe. “La Virgen María de Guadalupe se apareció cuatro veces a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac.
Tras una cuarta aparición, la Virgen ordenó a Juan Diego que se presentara ante el primer obispo de México, Juan de Zumárraga.
Juan Diego llevó en su ayate unas rosas, flores que no son nativas de México y que tampoco prosperan en la aridez del territorio que cortó en el Tepeyac, según la orden de la Virgen.
Juan Diego desplegó su ayate ante el obispo Juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de Santa María, morena y con rasgos mestizos. La última aparición fue el 12 de diciembre de 1531.
La Inmaculada Concepción, La Purísima, de Nicaragua, también tiene su origen histórico. Fue en la ciudad de El Viejo, Chinandega, que llegó por “designio de Dios” la venerada y milagrosa imagen de la Purísima Concepción de María, patrona de Nicaragua.
“En el año de 1562 a causa de una depresión tropical, don Lorenzo de Cepeda, quien viajaba hacia Perú, tuvo que hacer escala en el húmedo Puerto de la Posesión, ahora llamado El Realejo.
Entre las cosas que don Lorenzo traía consigo se destaca una imagen de la Virgen de la Concepción. Don Lorenzo de Cepeda era un hombre muy piadoso.
De El Realejo, don Lorenzo de Cepeda se vio forzado a viajar al El Viejo, pueblo cercano, buscando mejor clima, y como era muy de voto de la Virgen, se la llevó con él y la depositó en la Parroquia por seguridad y evidente comodidad.
Los españoles, que vinieron a las Américas a imponer el cristianismo, veneran la Virgen del Pilar.
Cada país, cada pueblo, cada comunicad tiene su Virgen, a su nombre. Lo importante es que todos coinciden en María, la madre de Dios que se presenta en cada pueblo recogiendo su cultura, su idiosincrasia, su raza.
Los relatos
bíblicos sobre la venerada Virgen María
Según el evangelista Lucas, “La presencia de María en los relatos bíblicos comienza con la narración de la aparición del ángel Gabriel a María. Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel, le dijo: «¡Alégrate, llena de gracia! El Señor está contigo».
Desde el momento de la anunciación, cuando el proyecto inicial de
vida de María parece trastocarse, comienza una secuencia de riesgos y de inseguridades señalada por los evangelios de Lucas y de Mateo.
La primera inseguridad se presenta en relación al origen de su concepción.
En efecto, la incertidumbre parece atacar el corazón de su prometido José, y lo conduce a su intención de repudiar a María en secreto para no ponerla en evidencia. [19] Así lo tiene planificado José cuando Dios le hace conocer sus designios por un sueño:
«José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Con motivo del 266 Aniversario del Hallazgo de la Virgen de Suyapa, ElHeraldo.hn transmitirá el domingo en vivo, a partir de las 10:00 AM, la misa en honor a la Virgen de Suyapa que se celebrará ante miles de feligreses en el Santuario.
