Casi 96,000 familias hondureñas han sido detenidas en la frontera entre Estados Unidos y México en lo que va del año fiscal 2019 -de octubre de 2018 a abril de 2019-, de acuerdo a los recientes reportes de la Patrulla Fronteriza.
Esta una cifra sin precedentes en lo que respecta a detenciones de hogares hondureños en el límite fronterizo y que coinciden -probablemente su principal explicación- con la salida de caravanas de indocumentados que parten desde Honduras, El Salvador y Guatemala con rumbo a Estados Unidos.
Activistas y analistas consideran que este inusual desplazamiento de personas se debe a las deterioradas condiciones de vida que padecen los inmigrantes hondureños en sus lugares de origen. Apuntan, principalmente, a la pobreza y la violencia como detonantes para moverse de forma desesperada en grandes grupos hacia suelo estadounidense.
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Los últimos reportes también señalan que la problemática migratoria viene en crecimiento y no en decaída. Por ejemplo, un total de 23,175 familias hondureñas fueron capturadas por la Patrulla Fronteriza en abril del 2019, que es equivalente a todas las detenciones de hogares catrachos del año fiscal 2017.
Estados Unidos denomina unidad familiar a cualquier menor acompañado de un padre, de una madre o un tutor legal.
Los números también confirman una tendencia reciente: los hondureños prefieren viajar en grupos y en familia, contrario a lo vivido en 2014, cuando la mayoría de detenciones eran de menores no acompañados.
Sin embargo, este año también regresa con fuerza la crisis de los niños hondureños que viajan sin acompañantes: unos 11,500 se han detenido en los primeros siete meses del año fiscal 2019.