Altragracia García, la joven de Ologosi que emprende y vence retos en Madrid

MADRID, ESPAÑA.- Calificándose como una mujer a la que le gustan los retos personales, la hondureña Altagracia García Sánchez sabe que no es fácil emprender en otro país que no es el nuestro, pero tampoco resulta imposible.

Con esa idea y teniendo a España como el país de las oportunidades, en el que si te enfocas, logras todos tus sueños y propósitos, la joven trabaja día a día para cumplir su meta de emprendimiento.

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Tras tomar la decisión de irse de la comunidad de Ologosi, una comunidad ubicada a 10 minutos del centro de La Esperanza, Intibucá, la joven llegó a Madrid y desde el primer momento tuvo que superar varios obstáculos.

Nos confiesa que la “situación del país, el ver que era difícil encontrar un empleo de lo que me gradué (Enfermera)”, fue una de las motivaciones que la llevaron a migrar. “Si no tienes a nadie conocido en las instituciones es difícil encontrar trabajo”, criticó sobre las políticas que imperan en muchas instituciones del Estado.

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Así dejó atrás aquel precioso lugar, rodeado de la laguna Madre Vieja, en donde las temperaturas pueden llegar a los 0°, haciéndolo propicio para el cultivo de hortalizas y fresas.

Llegó a España en noviembre de 2017 y se encontró con el primero de sus retos: el otoño en el viejo continente. “Al llegar a España el mayor reto fue la adaptación, llegué muy mal desde que salí de San Pedro Sula, las primeras dos semanas fueron difíciles porque llegamos en otoño, pero parecía más invierno”, nos comenta.

Pero una vez adaptada comenzó con lo más urgente que era conseguir un empleo, pues su prioridad siempre ha sido el bienestar de su hija de 13 años y su familia en Honduras. Una semana después ya se encontraba laborando como interna, cuidando a dos niñas, trabajo que aún conserva mientras a la par desarrolla su emprendimiento.

Lo que comenzó como un proyecto para sentirse cerca de su tierra hoy se ha convertido en una oportunidad económica. La catracha recuerda que en 2020 mandó a pedirle a su familia banderas hondureñas y comenzó a promocionarlas en sus redes sociales.

“Me motivé a vender productos de mi tierra, empecé con solo tres banderas y tuve una muy buena aceptación, aunque no conocía a nadie por medio de redes sociales, aún así me arriesgué e hice en Facebook una publicación”, confiesa entre risas.

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“Luego las personas seguían preguntándome si tenía otros productos más a la venta y dije claro que tengo y empecé a movilizarme vía telefónica a Honduras”, relata.

Su familia en el país se volvió un apoyo fundamental para el negocio, entre ellos su primo José Néstor Hernández García (QEPD), quien murió víctima de la violencia del país. “La delincuencia le arrebató la vida y con ella también se vino todo abajo, yo ya no quería seguir, luego escuché los audios que él me mandaba y me decía: “prima hay que seguir echándole ganas, nunca se detenga tenemos que continuar””.

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José Néstor era quien se movilizaba para enviarle los productos que iba añadiendo a la venta. “Así comencé a comerciar camisas de Honduras de los equipos de Liga Nacional, camisas Pacer, camisas de tejido Lenca con diseños de mi tierra y camisas típicas, así como demás productos elaborados con tejido lenca, entre ellas mascarillas y diademas”, enlista García.

Altagracia comentó a EL HERALDO que otro de sus proyectos es la labor social “algo que lleva en el corazón”. “Siempre tratamos de hacer lo posible de ayudar en lo poco que podemos a comunidades en nuestro departamento, ya que las ayudas son muy escasas para personas de escasos recursos”, reconoce.

“Dios me ha bendecido grandemente” y eso la motiva a compartir. Tras el paso devastador de las tormentas Eta y Iota, junto a otros compatriotas enviaron alrededor de siete cajas con ayuda.

“Nos unimos, hicimos tamales y rifas, para poder recaudar dinero y así poder enviar ayudas y muchas personas que nos apoyaron donando ropa, zapatos, y en Honduras contamos con el apoyo de Andrea Martínez quien colaboró distribuyendo entre las familias afectadas”, recuerda.

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De esta manera lograron enviar ayuda a la parroquia Nuestra Señora de Lourdes en Choloma, al proyecto “Huellas de Amor” y a Santa Bárbara a través de la Coordinadora de la comisión Regional de Occidente. También enviaron algunas cajas a un lugar de Intibucá donde se sufrió muchos daños y no había ayuda de las autoridades. La ayuda se extendió además al centro básico Monseñor Eusebio Rivera.

Actualmente Variedades Graicy vende a través de redes sociales y distribuye sus pedidos en toda Madrid y el resto de España, sin embargo, espera más adelante contar con un local.

La joven confía en que con fe es posible llegar a realizar los sueños y ella se ve en un futuro con su propia tienda de productos catrachos y latinos completamente establecida en Madrid.