En una estación de peaje al oeste de Querétaro, en el centro del país, donde el grupo pasó la noche del sábado, la policía ayudó a conseguir camiones que transportaran a los migrantes y les impidieron tratar de detener ellos mismos los vehículos.
El gobierno de Querétaro dijo vía Twitter que 6,531 migrantes atravesaron el estado entre el viernes y el sábado. Dijo que 5,771 de ellos partirían el domingo por la mañana después de pasar la noche en tres refugios, el más grande de los cuales era un estadio de fútbol.
Las cifras eran mayores que las calculadas por las autoridades cuando el grupo pasó varios días en Ciudad de México, lo que podría deberse a que otros migrantes se sumaron a la caravana principal.
Los migrantes partieron antes del amanecer hacia Irapuato, unos 100 kilómetros al oeste (62 millas), después de entrar al estado de Guanajuato, donde también recibieron ayuda de las autoridades.
Una escena similar se produjo el día anterior cuando la caravana partió de Ciudad de México.
Trenes especiales del subterráneo los transportaron por la capital antes del amanecer, mientras que en una estación de peaje al norte de la capital formaron filas ordenadas para subir a los grandes camiones dispuestos a llevarlos los 200 kilómetros (124 millas) hasta Querétaro.
Emilson Manuel Figueroa consiguió un lugar en un camión cargado de migrantes.
“Yo creo que en mi país voy a envejecer y nunca voy a tener algo digno de vivir”, dijo el chofer de taxi hondureño, de 23 años.
Aparentemente esperan llegar a Tijuana para cruzar la frontera a San Diego, a 2,575 kilómetros (1.600 millas).
La caravana se convirtió en un tema de campaña electoral en Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de más de 5,000 efectivos militares en la frontera. Trump ha insinuado que hay criminales e incluso terroristas en la caravana, aunque no ha presentado pruebas de ello.
Muchos migrantes dicen que partieron de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua para huir de la pobreza, la violencia pandillera y la inestabilidad política.
México ha ofrecido refugio, asilo o visas de trabajo a los migrantes, y su gobierno dijo que emitió 2,697 visas a individuos y familias mientras dura el proceso de 45 días para obtener un estatus más permanente.Pero la amplia mayoría juró seguir el viaje hasta Estados Unidos.
“Se gana un poco más (en EEUU) y tal vez uno le puede apoyar a nuestra familia y allá (en Honduras), aunque queremos dar mejores cosas a nuestros hijos, no podíamos porque lo poco que uno gana es solo para la comida, para pagar casa, pagar la luz. Ya no alcanza para otra cosa”, dijo Nubia Morazán, de 28 años, cuando se preparaba para partir con su esposo y dos niños.