Larry Ely Murillo Moncada fue reportado desaparecido el 28 de noviembre de 2009, su cadáver fue encontrado en enero de 2019 y esta semana se confirmó su identidad.
Su búsqueda duró 10 años hasta que apareció en un hueco de aproximadamente 18 pulgadas (45 centímetros), detrás de un refrigerador del supermercado donde trabajó hasta su muerte.
'Larry tuvo un comportamiento muy extraño e irracional antes de salir furioso de su casa, lo cual pudo ser ocasionado por los medicamentos que ingería', recordó el capitán de la policía de Council Bluffs, Todd Weddum.
La búsqueda que se extendió por todo el condado jamás logró dar con el paradero del hombre que trabajó en la tienda No Frills, hasta que en enero pasado se descubrió la terrible realidad.
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El supermercado donde trabajó el hondureño cerró sus operaciones hace tres años y se mantuvo en abandono, pero en enero de este año llegaron unos contratistas a las instalaciones para remover refrigeradoras, estantes y demás muebles con el objetivo de comenzar la remodelación del lugar.
Fue entonces cuando -para su sorpresa- detrás de las neveras encontraron un cadáver en descomposición, en un diminuto espacio de 18 pulgadas, equivalente a 45 centímetros.
El sargento de Policía de Council Bluffs, Brandon Danielson, declaró que cuando vio el cuerpo tan descompuesto inmediatamente recordó el caso de hace 10 años: la desaparición de Larry Ely Murillo-Moncada, el 28 de noviembre de 2009.
Médicos forenses practicaron pruebas de ADN que contrastaron con las de sus padres, los resultados fueron positivos y se confirmó que se trataba del hondureño que desapareció hace 10 años y falleció ahí mismo dentro del supermercado.
Tras confirmar la identidad del chico de 25 años, el personal forense determinó en la autopsia que no fue sometido a ningún traumatismo, por lo que ahora se cree que su muerte ocurrió por un accidente.
La policía cree que Murillo Moncada subió al congelador para permanecer un tiempo a solas, pero resbaló y cayó de 12 pies de altura, poco más de tres metros.
Larry quedó atrapado detrás del refrigerador, en un pequeño espacio, y no pudo ser rescatado por sus compañeros porque sus gritos fueron opacados por los fuertes sonidos de la maquinaria del aparato electrónico.
'Es tan fuerte (el ruido del frigorífico) que probablemente no hay forma de que alguien lo escuche', mencionó el sargento de la Policía.
La versión fue apoyada por los exempleados del supermercado, quienes aseguraron que el personal acostumbraba a subir a los congeladores porque la zona era usada para almacenar los productos que vendían, detallan autoridades.
Muchos de los compradores en No Frills mencionaron que siempre percibieron un olor horrible dentro del comercio, en especial donde localizaron el cadáver de Larry Ely Murillo Moncada.
La policía cerró el caso de la desaparición ocurrida hace 10 años y el hallazgo de los restos humanos tras confirmar la identidad de la víctima. Ahora finalmente sus padres podrán darle cristiana sepultura.