TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Que
Joe Biden tome posesión de la presidencia de Estados Unidos este miércoles 20 de enero representaría (según propuestas en campañas) un alivio para los migrantes hondureños que residen en ese país.
El demócrata, de 78 años y que sustituirá a Donald Trump, tiene previsto enviar una reforma migratoria pionera al Congreso en los primeros días de su mandato que contempla una vía a la ciudadanía para los cerca de 11 millones de indocumentados que se estima viven en Estados Unidos.
Entre esos posibles beneficiados estarían el más de millón de hondureños que, con sus remesas, aportan en gran manera al Producto Interno Bruto (PIB) que sobrepasa los 600,000 millones de lempiras, de acuerdo al Banco Central de Honduras (BCH).
Ese programa daría un acceso a la ciudadanía más rápido a dos grupos protegidos actualmente por alivios temporales de la deportación: DACA (la acción diferida aprobada por Barack Obama para los llegados en la infancia) y los TPS, un estatus de protección temporal que han ido concediendo diferentes gobiernos a indocumentados de países donde se habían producido guerras o desastres naturales como Honduras, Nicaragua y El Salvador.
En ambos casos, los cientos de miles de beneficiarios pueden vivir y trabajar en Estados Unidos, pero no tienen acceso a la residencia. También se contempla un trato especial para algunos trabajadores esenciales inmigrantes.
El demócrata, de 78 años y que sustituirá a Donald Trump, tiene previsto enviar una reforma migratoria pionera al Congreso en los primeros días de su mandato que contempla una vía a la ciudadanía para los cerca de 11 millones de indocumentados que se estima viven en Estados Unidos.
Entre esos posibles beneficiados estarían el más de millón de hondureños que, con sus remesas, aportan en gran manera al Producto Interno Bruto (PIB) que sobrepasa los 600,000 millones de lempiras, de acuerdo al Banco Central de Honduras (BCH).
Ese programa daría un acceso a la ciudadanía más rápido a dos grupos protegidos actualmente por alivios temporales de la deportación: DACA (la acción diferida aprobada por Barack Obama para los llegados en la infancia) y los TPS, un estatus de protección temporal que han ido concediendo diferentes gobiernos a indocumentados de países donde se habían producido guerras o desastres naturales como Honduras, Nicaragua y El Salvador.
En ambos casos, los cientos de miles de beneficiarios pueden vivir y trabajar en Estados Unidos, pero no tienen acceso a la residencia. También se contempla un trato especial para algunos trabajadores esenciales inmigrantes.