Un hondureño de 23 años que viajó en busca del sueño americano y quería cambiar la vida de su abuela luego que su padre fuera asesinado hace unos años, además de huir de la violencia que azota a la ciudad de San Pedro Sula, al norte de Honduras, fue asesinado a manos de desconocidos luego de ser deportado.
El hondureño, de quien no se reveló el nombre por motivos de seguridad a su familia, fue ultimado a balazos el pasado 23 de mayo de 2016 en la capital industrial de Honduras cuando se conducía con su abuela en una moto taxi.
El joven emprendió el viaje a Estados Unidos a buscar a su mamá a quien no miraba desde que tenía tres años de edad; sin embargo el infortunado fue capturado por la “migra” y llevado a juicio donde presentó las pruebas de que en Honduras corría peligro su vida.
Para mala suerte, la madre del catracho no contaba con el dinero suficiente para pagar un abogado por lo que le tocó defenderse por su cuenta, pero al final de cuentas lo deportaron.
“Patricia” como se nombró a la mamá en la entrevista realizada por la cadena hispana de Univisión, detalló que su madre iba en compañía de su hermano menor cuando pasó lo temible.
“Dice mi mamá (abuela del hondureño) que lo llevaba en la mototaxi abrazado y a ella se lo quitaron de las manos para matarlo”.
Añadió, “el gobierno no les creen a los muchachos y los mandan a la muerte”.
La hondureña radicada en Estados Unidos confesó que teme por la vida de su madre porque han recibido varias amenazas por haber presenciado el crimen.