Padres de familia inmigrantes consultados por El Heraldo aseguran que sus hijos empiezan a aprender hablar español y a conocer sobre su cultura en sus hogares.
Sin embargo, dicen que ni bien van a la escuela, el idioma inglés y la cultura del país natal o al que fueron traídos de pequeños comienza a tener mayor predominancia en sus vidas.
Cecilia Kleiner maestra de Lenguas Extranjeras quien reside en Chicago, comentó que siempre quiso que sus dos hijos sean bilingües. “Para mí saber un segundo idioma es ‘como respirar’ y eso se lo inculqué a mis hijos por lo que siempre busqué la manera de involucrarlos en la lectura y en actividades en español”.
Consuelo Martínez, coordinadora del programa padres mentores de la escuela primaria William H. Seward Elementary School en Chicago es de la idea de que sus hijos sean bilingües y biculturales. Ella también dijo que les inculca el amor por sus tradiciones y costumbres. “Como mamá que hablo español quiero que mis hijos hablen perfecto español que sepan la cultura que es de sus padres, que respeten la cultura en la cual yo nací, que conozcan algún día esa cultura y que se identifiquen con ella”.
Para la hondureña Texe Hernández, el incentivo de preservar sus raíces comienza con los padres a través de la educación y el fomento de la cultura. “Después de enseñarles a cultivar sus raíces catrachas la decisión de no olvidarlas dependerá de ellos”. “Con esto no quiero decir que dejen de ser estadounidenses si nacieron aquí solo que también amen lo nuestro”.
“Siempre decía que cuando tenga hijos van aprender español y van a conocer sobre mi cultura y pues he tratado con mi esposo de ponerles música, prepararles comida típica y los llevo a Honduras para que conozcan el país de sus padres. A Tiffany y a su hermanito les gusta”, mencionó la mujer originaria del municipio La Lima, departamento de Cortés, en Honduras.
Bilingües y biculturales
Los esposos hondureños Texe y José Hernández radican en Hammond, Indiana desde hace más de una década. Estos padres tienen dos hijos, Kevin de cuatro y Tiffany de seis años nacidos en Estados Unidos.
A Tiffany que está en Kínder en una escuela local le encantan ‘las baleadas’, que es uno de los platillos más representativos de la gastronomía hondureña y le encanta bailar ‘punta’, danza tradicional de ese país cuenta la madre quien también comentó que desde los cinco años la lleva a desfiles y a presentaciones folklóricas de la cultura hondureña tanto en Indiana como en Illinois.
“En uno de los desfiles vio a las niñas hondureñas de su edad que iban con trajes típicos le expliqué para qué se usaban y ella me dijo: ‘mamá yo quiero uno igual’”, contó Texe a El Heraldo.
En un evento reciente llamado Festival de la Cultura realizado en la escuela Lincoln Elementary School en Hammond Indiana, la pequeña Tiffany explicó a maestros y niños -quienes lucían trajes típicos de sus países de origen en el aula- sobre la cultura hondureña además de sus comidas, danzas y tradiciones.
Tiffany también les habló en español e inglés a sus compañeros de clase sobre lo que había ilustrado de la cultura hondureña en su cartulina. “Muchos de los niños de su aula son bilingües, siempre he dicho que una persona bicultural y bilingüe vale por dos”, agregó la orgullosa madre.