La temida nueva ley antiinmigrante SB4, promulgada por el gobernador Greg Abbott en el estado de Texas la semana pasada, se podría replicar en el resto de ciudades de Estados Unidos. Así lo informó Gerardo Simón, supervisor consular en ese país.
Esta normativa prohíbe las ciudades santuario y permite a los agentes de policía investigar el estatus migratorio de un detenido.
Y es que la presión de reducir e incluso quitar los fondos de las denominadas ciudades santuario ya ha causado un ambiente de temor y zozobra en esa nación y especialmente en las ciudades de Florida, Illinois, Chicago y California.
“Algunas ciudades se han opuesto bastante a esto, pero no tardan (en ceder) porque todos los días manda las amenazas el presidente (Donald) Trump”, explicó Simón.
La Ley SB4, que entra en vigencia a partir del 1 de septiembre, podría afectar de manera directa a los estudiantes indocumentados, pues pueden ser perseguidos por la policía local de las universidades y constatar si tienen o no orden de deportación.
En Texas residen al menos 90 mil hondureños entre naturalizados, personas con visa de estudiantes o de trabajo, residentes permanentes y los compatriotas que están bajo el estatus de refugiados o asilo político.
