Tapachula, México.- Después de hacer contacto accidental con un cable de alta tensión, Luis Eduardo Matute Murillo, migrante hondureño, perdió la vida mientras trabajaba en una plaza en México.
La extensión que utilizaba para pintar rozó el cable, lo que provocó una descarga eléctrica que lo lanzó desde una altura de tres metros.
Aunque una ambulancia llegó al lugar del accidente, el hondureño ya no presentaba signos vitales.
Amigos cercanos relataron que Luis Eduardo estaba entusiasmado, ya que los trámites para alcanzar el sueño americano avanzaban a su favor, y pronto lograría reunirse con su familia.
Incluso, sus familiares en Estados Unidos le habían enviado una remesa para apoyarlo en su travesía, pero el destino truncó sus planes.
Este trágico incidente se suma a la muerte de otro migrante hondureño, Juan Carlos Arteaga Martínez, de 32 años, quien falleció la madrugada del jueves 7 de noviembre en Hidalgo tras caer de “La Bestia”.
El tren le amputó ambas piernas, y aunque fue auxiliado por elementos de la policía y trasladado al Hospital General del Altiplano en Hidalgo, murió de un paro respiratorio en la madrugada.
El cónsul de Honduras en México, Héctor Amador, informó que en ambos casos se están realizando los trámites de repatriación de los cuerpos vía aérea, para que puedan ser entregados a sus familias en Honduras.