Estas dos figuras de alivio temporal pueden renacer en una solución permanente bajo la sombrilla de una iniciativa de ley que pretenden presentar los demócratas en la Cámara de Representantes, como un compromiso que hicieron con la comunidad migrante si ganaban la mayoría en las elecciones legislativas de noviembre de 2018.
Los dos programas, que amparaban a un significativo número de hondureños, serán incorporados a esta ley, conocida como 'Dream Act' (Acto de Sueño, traducido al español). En EL HERALDO te explicamos en qué consiste cada uno y cuál sería la solución que vendría de aprobarse la nueva propuesta.
TPS: El programa más conocido por los hondureños es el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés). Aprobado por primera vez para los catrachos en el gobierno de Bill Clinton debido a los desastres del huracán Mitch en 1998.
El TPS es una figura que protege de la deportación a sus beneficiarios, además que les otorga permiso para trabajar en Estados Unidos. El inconveniente es que tiene carácter temporal y a lo largo de de casi 20 años fue prorrogado por distintos gobiernos sin buscar de forma paralela una solución definitiva para estas familias.
El desenlace más probable, pero más perjudicial, llegó con el gobierno de Trump, cuyo Departamento de Seguridad Nacional ordenó la cancelación del programa en mayo de 2018. Estados Unidos dio un plazo de 18 meses a los hondureños para abandonar el país o buscar una salida legal.
El último dato del gobierno de Honduras daba cuenta de 44,000 hondureños con TPS. Activistas promigración señalaron como irresponsable dejar a la deriva a tantas personas que ya adoptaron el estilo de vida estadounidense. Y las cifras lo respaldan: el ingreso promedio anual de estos hogares es de 40,000 dolares, 9,500 familias tienen una hipoteca y hay 53,00 niños hijos de tepesianos hondureños. LEA ADEMÁS: Hondureños con TPS tienen una vida productiva en Estados Unidos
Según la propuesta, los beneficiarios del TPS serían sumados a la inicativa del 'Dream Act', cuya diferencia es que persigue una solución permanente.
En todo caso, los tribunales de Estados Unidos también son un ruido para la orquesta de Trump, pues el gobierno se vio en la obligación de prorrogar el TPS a los beneficiarios de El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán, que había cancelado en 2017, como cumplimiento a una orden judicial.
Hay una demanda interpuesta y el TPS debe mantenerse activo mientras no haya una resolución judicial. Los juristas opinan que Honduras puede aprovechar estas circunstancias para solicitar las mismas medidas y reactivarlo para sus ciudadanos.
DACA: La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés) es un alivio migratorio creado por Barack Obama especialmente para los jóvenes. El espíritu de la medida buscaba proteger a adolescentes que llegaron a Estados Unidos bajo la premisa que se trasladaron por decisión de sus padres.
Estos jóvenes son conocidos como soñadores (dreamers, en inglés). El certificado también detenía temporalmente la deportación y otorgaba un permiso de trabajo y un número de Seguridad Social. Los beneficiarios tenían la posibilidad de viajar fuera de Estados Unidos y regresar. Un estatus migratorio legal también les permitía acceder a la universidad.
Unos 18,500 hondureños estaban acogidos al DACA al momento de ser cancelado, a principios de 2018. Este alivio migratorio también pretende ser recuperado en la nueva propuesta de los democrátas, aunque también hay una batalla legal librada en distintas cortes de Estados Unidos por la vigencia del programa.
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La principal diferencia del TPS y el DACA con el 'Dream Act' es el período de vigencia. Mientras los primeros dos tenían un carácter temporal, la última iniciativa tiene como un objetivo la protección permanente y un camino a la ciudadanía.Esta última, además, abarcaría a 1.2 millones de indocumentados.
El plan de los demócratas es presentarla el próximo 12 de marzo, aprovechando que tienen mayoría (235 escaños contra 198).