MADRID, ESPAÑA.- Dos hondureños, Jimmy Espinal y Erick Hernández, pasaron de ser trabajadores en Honduras a dueños de su exitosa empresa en España, Rehabilitaciones de Edificios y Cubiertas Gabo, al proyecto se sumó Dennis Fajardo, quien ya tenía experiencia en el área y entre los tres asumieron el reto de emprender.
Su historia de perseverancia, superación y éxito empresarial es un testimonio inspirador que muestra cómo los sueños pueden hacerse realidad incluso en tiempos difíciles.
Todo comenzó con Jimmy Espinal y Erick Hernández, antiguos compañeros de trabajo en Honduras, quienes tomaron la audaz decisión de migrar a España en busca de nuevas oportunidades. Lo que no sabían es que su viaje estaría lleno de desafíos y giros inesperados debido a la pandemia de covid-19.
“Nos fuimos para España un 12 de marzo de 2020 y dos días después el país se cierra”, relató Jimmy al equipo de EL HERALDO.
Su sueño de regresar a Honduras se desvaneció cuando las restricciones de viaje lo hicieron imposible. Durmieron en parques y, al día siguiente, tuvieron la fortuna de conocer a otros compatriotas que les hablaron de un pequeño pueblo llamado Villas del Prado en las afueras de Madrid.
Allí, alquilaron un modesto cuarto y comenzaron a trabajar en la recolección de verduras, laborando arduamente durante 12 horas al día, los 7 días de la semana.
"Fue muy duro, era como un batallón", recordó y además comentó que solo le pagaban 35 euros.
El giro en la trayectoria
Después de 11 días en Villas del Prado, enfrentaron un nuevo desafío cuando la policía desalojó a las personas sin documentos, que constituían el 70% de los trabajadores en el huerto. Jimmy, con experiencia como soldador, decidió buscar oportunidades laborales a través de una aplicación y se trasladó nuevamente a Madrid.
En Honduras, Jimmy había tomado cursos de barbería y también buscó empleo en ese campo sin éxito. Fue entonces cuando su cuñado, quien se dedicaba a la construcción, lo introdujo en ese rubro. Trabajó en la construcción durante 20 días, pero debido a la pandemia, tuvo que volver a encerrarse temporalmente.
Jimmy continuó explorando el mundo de la construcción y aprovechó su permiso de circulación renovado para trabajar nuevamente con su cuñado. Su experiencia en soldadura llamó la atención de una empresa, donde trabajó durante 7 meses.
El sueño empresarial: Rehabilitaciones de Edificios y Cubiertas Gabo
La confianza en su trabajo y la ambición de independizarse llevaron a Jimmy a solicitar a la empresa la oportunidad de dirigir una obra. La empresa le propuso encontrar un grupo de personas dispuestas a unirse a él en esta empresa emergente.
Sin pensarlo dos veces, Jimmy se puso en contacto con Erick Hernández, con quien llegó al país del viejo continente y recordó que en Honduras él había trabajado en la albañilería. Él seguía trabajando en el pueblo y Jimmy explicó la emocionante oportunidad de negocio a Erick, quien aceptó sin dudarlo, en ese momento se les unió Dennis Fajardo, otro hondureño con experiencia en construcción.
Así nació Rehabilitaciones de Edificios y Cubiertas Gabo, nombrada en honor a Gabriel, el hijo de Jimmy. La empresa se especializa en la aplicación de sistemas de aislamiento térmico por el exterior.
Éxito y reconocimiento en España
Gabo Rehabilitaciones se ha convertido en un referente en la construcción en Madrid. En solo dos años, han completado con éxito 20 proyectos. Su experiencia les permite planificar trabajos con dos meses de anticipación, lo que ha contribuido a su éxito continuo.
La mayoría de los empleados en Gabo Rehabilitaciones son hondureños que comenzaron desde cero y se han convertido en expertos en el campo de la construcción. Actualmente, trabajan en colaboración con varias empresas, pero tienen la ambición de asumir proyectos directamente para un mayor beneficio económico en el futuro.
La historia de Jimmy Espinal, Erick Hernández y Dennis Fajardo es un testimonio de cómo la determinación y la voluntad de superar obstáculos pueden llevar a la realización de los sueños, incluso en las circunstancias más desafiantes.
Además, el viaje de Erick y Jimmy, desde trabajadores migrantes hasta exitosos empresarios, es un ejemplo de que no hay límites cuando se trata de perseguir metas y aspiraciones.