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VALENCIA, ESPAÑA.- 17 años de experiencia como miembro del cuerpo de Bomberos de Honduras forjaron en Kelly Ramírez vocación por el servicio y la solidaridad, características que llevó consigo cuando migró a Valencia, España.
Originaria del Distrito Central, la catracha dejó el país a raíz de la inseguridad y la falta de oportunidades laborales, hoy se gana la vida en la Madre Patria en el área de limpieza, labor que desarrolla con orgullo.
Tras llegar al país extranjero, en 2018, la joven aceptó un empleo que ya le tenían reservado y aunque poco remunerado aceptó sin dudarlo pues necesitaba establecerse y cubrir sus necesidades. Solo ganaba 400 euros de los que debía pagar habitación y alimentación, deudas y enviar dinero para ayudar a sus hijos.
“Cuando llegué a España tuve la suerte de que me tenían un empleo, muy mal pagado, pero era lo que había y tenía que trabajar lo antes posible para mantener a mis cuatro hijos”, relata la joven madre.
Así duró un año, luego encontró empleo en un restaurante donde laboró hasta 11 horas diarias durante dos semanas y al final no le pagaron, eso la llevó a optar por hacer nacatamales para vender y así lograba pagar su renta y cubrir un poco con sus gastos y a la vez enviar dinero a sus hijos.
Empezando de cero
Salir de Honduras para empezar de cero, y lejos de su familia, fue lo más difícil para la hondureña pero no tenía más alternativas. “Tuve que huir de mi país dejando todo atrás, una vida casi perfecta, allá tenía trabajo, casa, hijos, pero tuve que renunciar a mi empleo y luego de mucho tiempo de buscar trabajo y no encontrar nada me tocó tomar la dura decisión de empezar de nuevo lejos de mis hijos, de mi familia”, revela al segmento De un país llamado Honduras.
“Aquí me han pasado cosas buenas y malas, a veces sin trabajo a veces sin comer, pero los hondureños somos de mucho coraje y no nos rendimos, luchamos hasta lograr salir hacia adelante”, nos cuenta con gallardía la joven.
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Al encontrarse sola en un país desconocido, y sabiendo que debía buscar algo que le ofreciera mejores oportunidades, optó por tocar puertas donde algunos de sus viejos amigos bomberiles y así fue como logró encontrar un mejor empleo.
“Actualmente trabajo en casas de bomberos amigos españoles que conocí cuando estaba todavía en Honduras”, relata. La joven confiesa que se considera afortunada de tener mucho apoyo de parte de ellos, ya que su empleo consiste en dar limpieza a viviendas de bomberos, “porque los bomberos somos amigos a nivel mundial, somos hermanos”, apunta.
Las mestizas, un grupo cultural y solidario
Kelly además de esforzarse por salir adelante ha formado el grupo de palillonas “Las Mestizas”, agrupación que surge a raíz de la iniciativa de varias hondureñas, de diferentes edades, que residen en España, con la idea de representar al país por medio de la cultura.
Y es que el grupo sin fines de lucro además de presentarse como palillonas, conformado por compatriotas de Tegucigalpa, Choluteca y Olancho, recaudan fondos en España para apoyar causas sociales en Honduras.
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Uno de los beneficiados es el cuerpo de Bomberos de Honduras, a quienes -revela Kelly- apoyan con el envío de equipos de segunda mano pero en buen estado que en muchos casos viene a solventar las necesidades de la organización.
“Colaboramos con bomberos para que puedan trabajar en condiciones óptimas ya que sabemos la situación actúal que está atravesando nuestro país”, agrega.
Como el primer grupo de palillonas en Valencia, España, constantemente participan en eventos culturales, junto a otros latinoamericanos entre ellos la banda de chicos de “Colombia Tierra Querida” que les colaboran con la música.
“Las Mestizas” está integrado por Kathya Leni Murillo García (presidenta), Kelly Ramírez Puig (vicepresidente), Meilyn Lizeth Romero Alas, Ondina Garcia Irías, Meylin Gissela Martínez Zepeda, Doris Idalia Álvarez, Génesis Pérez, Wendy Melissa Medina Ramírez y Yesenia Julissa Rivera Bardales. “Para los gastos de nuestra vestimenta (sus trajes de palillona), hacemos ventas de comida, pero lo hacemos con mucho amor”, confiesa Ramírez.
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La joven para no dejar de lado su vocación también es voluntaria de la Cruz Roja Española en actividades para proteger los bosques ya que asegura que “servir es mi pasión”.
Llevando su vocación a más
Kelly nos comparte que su deseo es ver crecer su proyecto ya que el voluntariado representa para ella “ese don de servir al prójimo sin pedir nada a cambio, sin importar raza, color, sexo, religión o país”.
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En las últimas semanas ha sostenido varias reuniones para gestionar la creación de una organización enfocada en apoyar los esfuerzos bomberiles en el país. “Lo quiero hacer más grande y buscamos formar una asociación para poder tener los permisos necesarios y ayudar de una mejor manera a mis paisanos”.
