TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- Cuando el Cuerpo de Bomberos de Texas, Estados Unidos, fue consultado sobre lo que había dentro de un tráiler abandonado a la orilla de una carretera en San Antonio, Texas, dijo que hallaron “montones de cuerpos”.
La tarde del lunes 27 de junio la temperatura superaba los 39 grados centígrados, lo suficiente para ocasionar un golpe de calor, pero en el contenedor del vehículo pesado, donde viajaban al menos 66 migrantes, significó la muerte.
El Instituto Nacional de Migración de México dijo que hasta ayer contabilizaban 53 fallecidos: 27 eran de México, 14 de Honduras, siete de Guatemala y dos de El Salvador, mientras que más de una decena de personas están en seis hospitales.
“Tenemos que corroborar con ellos de dónde salió ese dato”, dijo a EL HERALDO Plus Javier Bu Soto, encargado de Negocios de la Embajada de Honduras en Washington, al detallar que solo han identificado a través de documentos a cuatro personas, pero todavía falta corroborar mediante análisis científicos.
De acuerdo con pasaportes o tarjetas de identidad, los connacionales fallecidos son Margie Tamara Paz Grajera (24), Fernando José Redondo Caballero (18), Alejandro Miguel Andino Caballero (23) y Adela Betulia Ramírez Quezada.
“No se descarta que sean 10 hondureños más (...) se van a visitar las morgues y los hospitales para empezar a identificarlos y poder ver si con huellas dactilares, se verificará si están en el sistema”, detalló Bu Soto.
El funcionario, quien forma parte del grupo de acción rápida que trabaja junto con autoridades de México, Guatemala y Estados Unidos, explicó que de no encontrar información de los sobrevivientes y fallecidos a través de este procedimiento buscarán apoyo con los familiares para realizar pruebas de ADN.
Añadió que los países firmaron un acuerdo en el que se comprometen a compartir información, identificar la nacionalidad de las víctimas y conocer detalles de las investigaciones para actuar y evitar otros incidentes como este.
Además, realizarán revisiones más extensas en los camiones que cruzan la frontera, uno de los medios más comúnmente empleados en la trata de personas.
El vicecanciller Tony García indicó que el gobierno pondrá a disposición el avión presidencial para repatriar los cuerpos, pero si se confirma que son 14 víctimas se analizarían otros medios.
Relato
Los hechos sobre esta tragedia todavía no son claros. El comisionado del Instituto Nacional de Migración de México, Francisco Garduño, contó que el tráiler pasó controles de la Patrulla Fronteriza sin ser detectado.
La empresa Betancourt Trucking and Harvesting detalló que el vehículo tenía números de identificación clonados.La trayectoria comenzó en Nuevo Laredo, México, y circuló durante dos horas hasta pasar la frontera a Estados Unidos por la autopista I-35.
El vehículo pesado fue abandonado a 235 kilómetros de los límites fronterizos de ambos países, cerca de San Antonio, Texas.De acuerdo con el policía William McManus, una persona que trabaja en un edificio cercano a donde estaba el tráiler estacionado fue quien dio aviso a las autoridades.
Dijo que escuchó los gritos de los migrantes y que al acercarse a través de las puertas -que estaban parcialmente abiertas- observó varios cadáveres.
Cuando la Policía llegó comprobó que el camión no tenía aire acondicionado. Además, los migrantes no llevaban agua y estaban hacinados, en medio de una ola de calor.
“Esta no es la primera ni será la última tragedia de este tipo, ya que los traficantes de personas siguen aprovechándose de los migrantes y de otras personas vulnerables que solo buscan una vida mejor para ellos y sus familias”, lamentó Michele Klein-Solomon, directora regional de la OIM para América Central, del Norte y el Caribe.
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Tráfico de personas
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, describió la tragedia como “horrible” y “desgarradora”, pero también alertó a las autoridades sobre un posible tráfico de personas.
Funcionarios hondureños dijeron que hay dos versiones sobre por qué el conductor, identificado como Homero Zamorano (45 años), abandonó el camión: la primera habla de que alguien llamó a las autoridades advirtiendo sobre el traslado de migrantes dentro del vehículo, mientras que la segunda apunta a que esa persona estaba drogada.
Aunque la información todavía no es clara, Estados Unidos dijo que detuvieron a tres personas, incluyendo al conductor, quien se hizo pasar por un sobreviviente.
Los otros detenidos fueron identificados como Francisco D’Luna-Bilbao y Juan Claudio D’Luna-Méndez.Tanto la OIM como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados pidieron enjuiciar a los responsables que “con su cruel desprecio por la vida humana contribuyeron a este terrible incidente”.
La presidenta Xiomara Castro tildó de “asesinato” las muertes de los migrantes y, al igual que decenas de personas y autoridades, pidió justicia.
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“Tenían metas y muchas ganas de salir adelante”
Viajó con ellos hasta Guatemala para “pasar más tiempo” porque creyó que iban a transcurrir años para volverlos a ver. Se despidió con un fuerte abrazo y les dijo: “Me duele más dejarlos aquí que haberlos parido”.
Karen Caballero le dio la bendición a sus hijos Alejandro Miguel Andino Caballero (23) y Fernando José Redondo Caballero (18) y con el corazón roto regresó a Las Vegas, Santa Bárbara. El martes pasado, esa esperanza de ver bien a sus muchachos se opacó, pues la noticia de que eran dos de las cuatro víctimas identificadas fue un golpe directo al corazón.
“En mi pequeño mundo, en mi esfera, eran lo mejor que yo tenía, eran unos hijos amorosos, obedientes, con metas, con muchas ganas de salir adelante”, contó.
Fernando era el que más tenía deseo de emigrar y, quizá, fue quien motivó a su hermano, quien estaba por graduarse de la universidad. Ambos jóvenes salieron de Honduras el pasado 4 de junio. Iban ellos, su madre y Margie Tamara Paz, novia de Alejandro.
“No estoy bien de salud y por eso ella hizo ese viaje”
“Yo no estoy bien de salud y por eso ella hizo ese viaje, por mi salud, porque siempre que venía me decía: ‘Madre, yo tengo que trabajar para hacerte tu operación’”, contó Gloria Paz sobre su hija, Margie Tamara Paz.
La joven de 24 años viajaba junto a su novio, Alejando Andino Caballero, y su cuñado Fernando. Su sueño era llegar a Estados Unidos, trabajar y juntar 200 mil lempiras para la operación oncológica de su madre, misma que no había podido pagar laborando en un call center en Honduras.
“No quería que se fuera, yo prefería que trabajara en donde estaba, en el call center, pero se retiró y dijo: ‘No, madre, yo voy a tener que buscar un buen trabajo para pagar tu operación’”, recordó la progenitora.Margie era una joven trabajadora.
Estudiaba una licenciatura en Economía en la UNAH, pero el deseo de ayudar a su mamá la orilló a salir del país de forma irregular.
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