Minutos más tarde, Raymond le reclamó por acercarle el micrófono a la cara y dijo que los carros que pasaban le estorbaban y agregó: “Hasta ésta que me está haciendo preguntas”, ella dijo: “Kimberly es mi nombre, no me llamo ésta”. “No, yo te llamo lo que quiera, si te gusta o si no te gusta, bueno. Tú estás en Nueva York, vete si quieres, vete... Este país es más mío que tuyo. ¿Tú tienes papeles para estar aquí?”, le respondió Colon un poco más alterado. Ella asintió y dijo: “Sino no estuviera. No infrinjo la ley”.