Taylor fue acusado por su papel en la guerra civil de Sierra Leona. Fue acusado de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo asesinato, violación, esclavitud sexual y uso de niños soldados. En 2006, Nigeria acordó extraditar a Taylor. Fue arrestado y trasladado a La Haya, donde fue juzgado por el Tribunal Especial. En abril de 2012, Taylor fue declarado culpable de 11 cargos de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. En mayo de 2012, fue condenado a 50 años de prisión.