Tener preso a JOH le cuesta a Estados Unidos 1.2 millones de lempiras al año
Los costos pueden variar según las políticas penitenciarias específicas y las necesidades individuales de los prisioneros...
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NUEVA YORK, EUA. Desde su llegada a Estados Unidos extraditado desde Honduras hace casi dos años, Juan Orlando Hernández, acusado por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York por tres casos relacionados al narcotráfico, se ha convertido no responsabilidad de las autoridades para juzgarlo y sentenciarlo, sino que también por su estadía.
Al estar Hernández tras las rejas, Estados Unidos no solo le impone restricciones físicas, sino que también carga consigo un peso económico considerable para el sistema penitenciario. Extraditado desde Honduras hace casi dos años, JOH es ya el centro de atención, tanto para las autoridades judiciales como para el presupuesto carcelario estadounidense.
El mantenimiento de prisioneros condenados y acusados por narcotráfico en la Tierra del Tío Sam es un desafío financiero para el gobierno, que va más allá de la mera custodia.
EL HERALDO realizó un análisis exhaustivo del costo para Estados Unidos de cada día del expresidente en prisión. El proceso se realizó mediante diferentes consultas con fuentes oficiales, en las que se muestran los costos asociados, incluidos los gastos médicos, dentales, de visión y otros servicios esenciales, como la alimentación especial para prisioneros diabéticos o judíos, así como los costos adicionales asociados con la seguridad, la rehabilitación y la educación.
Un conteo día a día
El costo promedio diario de mantener a un prisionero federal en 2023 fue de aproximadamente 99.45 dólares. Una cifra que, sin duda, tiende a ser más alta para prisioneros condenados o que están bajo custodia y a la espera de un juicio por cargos de narcotráfico. Esto debido a la necesidad de medidas de seguridad adicionales y programas de rehabilitación específicos dictados por las leyes que rigen las prisiones en los Estados Unidos.
Por ejemplo, la atención médica es un componente vital y agrega una carga financiera adicional al sistema penitenciario. Se estima que el costo anual de atención médica por prisionero en tierras norteamericanas ronda los dos mil o tres mil dólares, lo que representa un costo diario adicional de entre 5.50 a 8.20 dólares.
Además, los servicios dentales y de visión son fundamentales para el bienestar general de los prisioneros. Estos pueden llegar a sumar alrededor de 1.50 a dos dólares cada día por prisionero, según estadísticas del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Alimentación especial
Desde el primer momento en el que fue ingresado en el El Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, JOH, arropado por la comunidad judía que se unió en su luchar por recuperar su libertad y que parece ahora haberle soltado la mano, solicitó que el exmandatario de Honduras tuviera acceso a un régimen de alimentación especial, que fuese tratado como una persona judía, por lo que no podía alimentarse nada más que con productos Kosher.
Aquí, hay un costo adicional a la carga financiera para el sistema penitenciario de Estados Unidos, ya que para prisioneros con problemas de salud, como la diabetes, o aquellos identificados como judíos y que requieran una alimentación especial, el costo adicional puede variar según las necesidades dietéticas individuales.
Se estima que este monto por encima de una alimentación regular, puede oscilar entre dos y tres dólares (49.28 y 73.93 lempiras) por prisionero por día, incluyendo la preparación y el suministro de comidas adaptadas.
JOH le cuesta al día el salario mínimo de un neoyorquino
En acumulado, el costo diario aproximado de mantener a un prisionero condenado o acusado por narcotráfico en Estados Unidos, incluyendo atención médica, dental, de visión y alimentación especial, así como otros costos asociados, puede ascender los 140 dólares, es decir, unos 3,454.85 lempiras.
Podemos comparar el costo de un prisionero para Estados Unidos con el salario de un neoyorquino, que gana el salario mínimo en el estado de Nueva York (138 dólares al día después de impuesto, trabajando 10 horas a 15 dólares como pago).
Considerando múltiples obligaciones que Estados Unidos adquiere con un privado de libertad, el costo anual aproximado de mantener a un prisionero condenado o acusado por narcotráfico en prisiones federaciones norteamericanas, puede oscilar en los 52,000 dólares por año, que al cambio actual del lempira, sería 1,283,230 lempiras.
Esto incluye los gastos diarios mencionados, así como otros costos asociados.
Y es que no solo la alimentación o cuidados médicos cuentan a la hora de hacer cuentas, pues existen diferentes factores que elevan la suma, tales como:
1. Seguridad: Estos costos son significativos, ya que por la naturaleza de los cargos (narcotráfico), las prisiones requieren personal capacitado, tecnología avanzada y medidas de prevención de fugas. Las cifras pueden variar según la ubicación y el nivel de seguridad de la institución penitenciaria.
2. Rehabilitación y Programas Educativos: Bajo las leyes federales de Estados Unidos, este tipo de programas son fundamentales para la reintegración exitosa de los prisioneros a la sociedad. Esto incluye terapias ocupacionales, programas de educación secundaria y universitaria, sino la tienen. En el caso de Juan Orlando Hernández, quien es abogado de profesión, tiene acceso a una preparación adicional de postgrado o doctorados, si así lo decidiera, así como poder tener una capacitación laboral basada en las reglas de Estados Unidos y los códigos que rigen esta nación.
3. Infraestructura y Mantenimiento: Toda cárcel requiere mantenimiento regular y actualizaciones para garantizar condiciones seguras y adecuadas para los prisioneros y el personal.
4. Servicios de Apoyo Social: Esto incluye servicios de salud mental, consejería y asistencia legal para los prisioneros que puedan necesitarlo, tal y como está sucediendo con Juan Orlando Hernández, quien al declararse en calamidad y no tener los fondos necesarios para poder pagar de forma personal los honorarios de un equipo adecuado para su defensa, hizo la solicitud para que el Estado le asignara un letrado público. La moción fue aprobada y es por ello que Renato Christian Stabile funge ahora como la mano derecha de Raymond Colon en esta batalla por demostrar su inocencia y vencer a una de las Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, cuyo porcentaje de condenas en casos como los que se está llevando a cabo en contra de JOH es arriba del 95%, de acuerdo a Mike Vigil, exintegrante de la DEA.