Narcos revelan atrocidades en el juicio de Juan Orlando Hernández
El juicio contra el exmandatario Juan Orlando Hernández ha entrado a su etapa final. El lunes continuará el contrainterrogatorio a Mejía Vargas y enseguida será llamado un nuevo testigo de la Fiscalía
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NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Fabio Lobo se sentía como un peón en un juego de ajedrez, pero decidido a moverse con astucia en el interrogatorio en el juicio del expresidente Juan Orlando Hernández.
Lobo testificó, pero esta vez, menos desafiante que el jueves, cuando salpicó a su propio padre Porfirio Lobo Sosa en actos irregulares.
El interrogatorio fue impulsado por la Fiscalía de Estados Unidos develó que en una ocasión recogió junto a Juan Antonio “Tony” Hernández un maletín con cuatro millones de dólares y que ayudó al cartel de “Los Cachiros” a conseguir contratos del gobierno para lavar dinero fondos del narcotráfico e información de inteligencia del estado.
Fiscal: ¿Información de inteligencia?
Lobo: Sí, señor.
Fiscal: ¿De quién?
Lobo: Pacheco Tinoco.
Fiscal: ¿Cuál era el puesto de Pacheco?
Lobo: Jefe de Inteligencia de Honduras.
Fiscal: ¿El acusado le dijo que Pacheco le ayudaría?
Lobo: Sí.
Fiscal: ¿Con información de radares y registro?
Lobo: Sí, para que la droga que venía de Colombia llegara sin problemas a Honduras.
Tras el compromiso Lobo reveló que le daría al acusado un porcentaje de las ganancias, pero Hernández se negaba a creer la traición del que año atrás fue considerado su amigo.
Asimismo, Lobo aseguró que él mismo ayudó a “Los Cachiros” a transportar drogas con personal de seguridad del Estado entre 2010 y 2013 porque en ese momento su padre era el presidente de la nación.
Reveló que les entregó a los Rivera Maradiaga un listado de las propiedades que estaban listas para ser incautadas por el gobierno; este movimiento dio pie para que “Los Cachiros” vaciaran sus cuentas bancarias y ocultaran otras propiedades.
Una vez más, expresó que padre reveló sobornos aportes para la campaña presidencial, pero no precisó una cifra exacta del pago.
Sostuvo que en una ocasión, Hernández lo invitó a una reunión al restaurante El Patio de Tegucigalpa, en la que participaron, además, “Tony” Hernández y un narco colombiano solamente identificado como “El Cinco”.
Para ese entonces, Lobo de 51 años, ostentaba el cargo de juez. En la reunión, los Hernández y “El Cinco” abordaron el tema de la incautación de un avión cargado de droga en Roatán.
“Me dijeron que el avión tenía mercancía y que después de la reunión me iba a llamar una persona”, declaró.
Fiscal: ¿Después de la reunión recibió la llamada?
Lobo: Sí, dos días después.
Fiscal: ¿Quién?
Lobo: “El Sentado”.
Se trata de Amílcar Leva Cabrera, un narcotraficante hondureño que fue ejecutado en 2015 en Santa Cruz de Yojoa y que tenía una estrecha relación con “El Cinco”.
Fiscal: ¿Coordinaron una reunión?
Lobo: Nos pusimos de acuerdo en esa llamada.
Fiscal: ¿Dónde fue la reunión?
Lobo: En Siguatepeque, un lugar de Honduras entre Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Fiscal: ¿Qué le dijo “El Sentado”?
Lobo: Que le ayudara a recuperar un avión en Roatán que traía 1,200 kilos de cocaína.
Fiscal: ¿ “El Sentado” dijo a quién le pertenecía la droga?
Lobo: A una sociedad entre los hermanos Hernández (Tony y JOH) y los Valle Valle y un colombiano.
Fiscal: ¿Accedió a “El Sentado”?
Lobo: Sí. Me pidió que le ayudara a recuperar el avión.
Fabio manifestó que enseguida comenzó a realizar las diligencias con unos contactos; amigos, militares, policías y jueces.
No obstante, no logró ayudarle en virtud de que ese entonces ya estaba abierta la campaña política -y JOH ya corría por la presidencia- y habían personas que iban a criticar el papel de que el hijo del presidente andaba interesado en recuperar el avión.
Cinco o diez días después habló con Hernández y que le dijo que no había podido recuperar el avión y le dijo que “fuera discreto”.
Por otra parte, manifestó que Puerto Cortés fue una pieza clave en sus actividades de narcotráfico. Fue a través de el exdiputado Fredy Nájera que conoció a dos personas, entre ellas César Gastelum, cabecilla del Cartel de Sinaloa, que lo buscaron para traficar vía el puerto.
En dos reuniones en distintos días en San Pedro Sula, Gastelum le pidió ayuda para usar el puerto para recibir contenedores de Colombia cargados con cocaína.
Dijo que negoció con el contacto y a cambio recibió un soborno de 50 mil dólares en la primera reunión. En el segundo encuentro recibió 100,000 dólares.
Fue en ese momento en que César Gastelum le manifestó que sobornaría al expresidente Hernández para financiar su campaña presidencial a cambio de protección en el narco.
Presuntamente, Gastelum pagó el soborno a Hernández e igualmente al exprecandidato presidencial del Partido Nacional, Miguel Pastor.
A medida transcurría el interrogatorio, Fabio, aseguró que también le pagó dos sobornos a Juan Orlando Hernández, cuyo total ascendió a 450,000 dólares a cambio de favores políticos y personales.
Expresó que en una reunión política en Juticalpa el acusado le consultó si él trabajaba con “Los Cachiros” lo que fue admitido por Lobo.
Durante el encuentro, Hernández le agradeció por el primer pago de 200,000 dólares.
El segundo pago se hizo a Hilda Hernández, dijo Lobo. Presuntamente lo entregó a Hilda de 250,000 dólares en un helipuerto de Tegucigalpa en presencia de Javier Rivera Maradiaga.
Recolecta
En otra ocasión, dijo que acompañó a “Tony” Hernández a una gasolinera del salida al norte en Tegucigalpa para recibir una maleta de dinero de manos de “Wilson” , que en realidad era Nery Orlando López Sanabria.
Lobo se levantó de su silla para demostrar el tamaño de la maleta y dijo: “así era de grande”, mientras estiraba sus manos.
En la maleta habían al menos cuatro millones de dólares y que según le comentó “Tony” que esos recursos iban destinados a la campaña política de JOH.
Durante el contrainterrogatorio de la defensa de Hernández, Lobo aseguró que comenzó a colaborar con los fiscales de EUA en enero de 2022 y que de poco iba manifestando su conocimientos de las actividades de narcotráfico.
Admitió que la información que sabía sobre su padre la entregó hasta meses después.
Manifestó que conoció a Hernández en 2002, cuando “llegaba al Congreso en un Mazda blanco doble cabina, propiedad de su esposa”.
Al ser consultado sobre si tenía fotografías con Juan Orlando digo que “en mi casa si tengo, en este momento yo estoy en prisión, no las tengo a mano”.
Luego que Colon le consultara más detalles sobre las reuniones con Pacheco Tinoco, Lobo afirmó que este estaba enojado al grado que los corrió de la oficina. “Lobo, Lobo es un trampa”, dijo Tinoco, según se conoció en el juicio.
Los dos mexicanos que Lobo llevó a la oficina de Tinoco eran agentes secretos de la DEA. Frente a esto, Lobo dijo que Hernández se enojó demasiado al grado que le reclamó y le pidió mayor cuidado.
Al culminar el interrogatorio, Lobo fue enviado nuevamente a prisión donde cumple su condena y a la espera que la justicia le siga reduciendo su castigo.
Más testimonios
A los pocos minutos después desfiló por la sala un nuevo testigo de la Fiscalía. Se trata del exoficial de la Policía Nacional Mario Guillermo Mejía Vargas, quien testificó bajo el seudónimo de Giovanni Rodríguez y que llegó esposado de sus pies y un traje de prisionero color gris.
Mejía Vargas admitió durante este juicio que está implicado en el brutal asesinato del fiscal de oro, Orlan Chávez, en abril de 2013.
Chávez fue asesinado porque impulsaba una investigación contra Vargas y otros narcopolicías.
El exoficial se entregó voluntariamente a la justicia de Estados Unidos y firmó un acuerdo de colaboración para desenredar toda la trama de narcotráfico en Honduras.
Desde hace siete años y siete meses está en una prisión por conspiración para traficar con drogas desde 2004 a 2016, junto a los exoficiales Mauricio Hernández Pineda y Juan Manuel Ávila Meza, quienes formaron parte de la misma promoción de 1991.
Fiscal: ¿Cómo miembro de la Policía que hizo?
Mejía: Brindar información, protección y seguridad a los narcotraficantes.
Fiscal: ¿Qué tipo de información?
Mejía: Información sobre los retenes en la ruta en que ellos se movían.
Fiscal: ¿Protección a qué retenes?
Mejía: Escoltábamos la droga con policías desde su ruta de origen hasta su ruta de destino.
Fiscal: ¿Traficó cocaína aparte de los policías?
Mejía: Sí, con Víctor Hugo Díaz Morales.
Fiscal: ¿Conocía el apodo?
Mejía: “El Rojo”.
Fue a partir de 2005 hasta justo antes de su entrega a Estados Unidos que dejó de brindarle seguridad y protección a los cargamentos de “El Rojo”, para evitar que la droga fuera robada.
Aseveró que usaban volquetas con compartimento falso para trasladar las cargas de drogas Atlántida y Cortés hasta El Paraíso, Copán, pero que su destino final era EUA.
Manifestó que “El Rojo” le comentó que esas actividades estaban siendo respaldadas por “Tony” y Juan Orlando Hernández.
Fue Mauricio Hernández Pineda quién le comentó que era primo de los Hernández por lo que no había conflictos para continuar brindando la seguridad.
Fiscal: ¿Habló con Mauricio Hernández Pineda sobre la protección?
Mejía: Sí, básicamente que él trabajaba con “El Rojo” pero que eran respaldados por “Tony” Hernández.
El exoficial Vargas fue capturado en 2009 tras participar en un quite 143 kilos de coca en la Mosquitia. Él y otro grupo de policías habían montado un falso operativo para apoderarse de las drogas. Fue condenado y terminó en la cárcel. Luego de una serie de maniobras legales salió de prisión y desde ese mismo día volvió a sus andanzas.
Afianzó aún más su relación con “El Rojo” y Mauricio Hernández, este último le confesó que también trabajaba con el exalcalde de El Paraíso, Copán, Alexander Ardón.
El expolicía dijo que Hernández Pineda y Ardón, le expresaron que estaban respaldando a Juan Orlando Hernández para su campaña política del Partido Nacional.
Aunque no conoció al expresidente Hernández y a “Tony” Hernández aseguró que había visitado una casa en la colonia Modelo de Tegucigalpa para un convivio con prostitutas.
Asimismo, que una ocasión vio en uno de los cuartos un gran cantidad de dinero -que le llegaba a la cintura- envueltos en plástico.
El contrainterrogatorio de Mejía Vargas continuará el lunes a las 9:00 a.m. hora de Honduras y enseguida el juicio entrará en su recta final.