JOH a las puertas de la pena más severa contra un político de América Latina
La justicia estadounidense le reprochará a Juan Orlando Hernández que como presidente de Honduras debió comportarse de forma ejemplar, pero contrariamente se asoció con criminales y convirtió al país en un narcoestado
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Este próximo 26 de junio, la justicia estadounidense le impondrá al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández (JOH) una sentencia ejemplar, que llevará implícita un mensaje para todos los políticos hondureños y latinoamericanos vinculados con el crimen, el narcotráfico y la corrupción.
Así lo proyecto Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA en una entrevista concedida a EL HERALDO. Quien va a sentenciar a Juan Orlando Hernández, de 56 años de edad, es el mismo juez Kevin Castel, de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, quien ya condenó a Juan Antonio “Tony” Hernández, hermano de JOH, a una cadena perpetua más 30 años de cárcel.
Según Vigil, al ver la ver la evidencia que los fiscales presentaron en ambos casos, el juez verá que Tony no era el cabecilla de la conspiración, sino Juan Orlando, entonces será imposible que le dé una condena menor.
“Seguro que será una sentencia ejemplar. Incluso, si solo le da una cadena perpetua, esta será la condena más severa que se le han dado a un líder de América Latina, especialmente un exmandatario”, dijo el exagente antinarcóticos.
“Que Estados Unidos va a dar un mensaje contundente con esta sentencia, creo que sí (...) la justicia norteamericana sabe perfectamente bien que JOH convirtió a Honduras a un narcoestado. Los efectos se están viendo ahora. Los capos ya no solo utilizan el país como territorio de tránsito para mover la cocaína procedente de Colombia y de Venezuela, sino que lo han convertido en productor y “todo esto viene de lo que hizo Juan Orlando y sus co-conspiradores”, añadió.
Para Vigil, los políticos corruptos y narcotraficantes deben aprender que tarde o temprano les va a llegar el imperio de la ley y la justicia. La clase política debe saber que está ahí por una sola cosa, mejorar las condiciones de vida de los hondureños, razonó.
Juicio y culpabilidad
Tras conocer el caso de JOH, así como del exdirector policial Juan Carlos Bonilla Valladares, alias “El Tigre”, y del expolicía Mauricio Hernández Pineda, el juez Castel determinó realizar un solo juicio y lo programó para el 24 de abril 2023.
No obstante, el desarrollo del juicio fue reprogramado cuatro veces, hasta que inició el 20 de febrero de 2024. Días antes Bonilla Valladares y Hernández Pineda se declararon culpables de los delitos de narcotráfico y dejaron que el exmandatario fuera solo al juicio, el cual culminó el 6 de marzo tras la presentación de los alegatos de cierre de las partes. El 8 de marzo, tras dos días de deliberación, el jurado lo declaró culpable de tres delitos de narcotráfico.
El primer cargo fue el de conspiración para importar cocaína a los Estados Unidos, lo que conlleva una sentencia mínima obligatoria de 10 años y una sentencia máxima de cadena perpetua.
El segundo delito es por el uso y portación de ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración para importar cocaína, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína, que establece una sentencia mínima obligatoria de 30 años y una sentencia máxima de cadena perpetua
Y el tercer cargo es el de conspiración para usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración de importación de cocaína, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína, que conlleva una sentencia máxima de cadena perpetua.
En el juicio, la fiscalía presentó a 12 testigos, entre ellos el contador que dijo que estuvo presente cuando un narcotraficante le entregó dinero a Juan Orlando Hernández, posteriormente otros reconocidos narcotraficantes presos, como Alexander Ardón, Devis Leonel Rivera Maradiaga, Monroy Murillo, Fabio Lobo y Guillermo Mejía Vargas hundieron al expresidente.
En el juicio la defensa llamó a testificar a dos generales incondicionales de JOH, Tulio Romero Palacios y Javier René Barrios Alvarado, cuyas declaraciones más bien terminaron de hundir al acusado, quien al final subió al estrado a testificar a su favor y terminó afectándose a si mismo.
En el desarrollo del proceso, los narcotraficantes presos en Estados Unidos involucraron a 28 hondureños- entre ellos políticos, empresarios, policías, exempleados del gobierno, del Poder Judicial- como beneficiarios y parte de una conspiración para traficar droga hacia Estados Unidos.
Investigación y captura
JOH, abogado de profesión, originario del departamento de Lempira, comenzó su carrera política a inicio de la década de 1990 y para finales de esta ya ocupaba una curul dentro del Congreso Nacional. En los años siguientes ascendió a secretario y luego a la presidencia del legislativo entre 2010 y 2014.
Se hizo del poder de esta nación centroamericana en las elecciones generales de noviembre de 2013 y el 27 de enero de 2014 recibió la banda presidencial. Con el apoyo de sus peones políticos, tanto en el Congreso Nacional como en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), violó la Constitución de la República y en unas fraudulentas elecciones- según informes internacionales- en noviembre de 2017 se reeligió para un segundo mandato (2018-2022).
El vertiginoso crecimiento político y económico de Juan Orlando Hernández y su hermano Juan Antonio (Tony) Hernández llamó la atención de las agencias antinarcóticos de Estados Unidos, que estiman que desde el 2004 a alrededor de 2022 los hermanos participaron de una conspiración violenta y a gran escala de tráfico de drogas.
A raíz del gran movimiento de los carteles de Los Cachiros, del Atlántico, de los Valle, y la proliferación de nuevos capos, las autoridades estadounidenses, a finales del año 2011, llamaron a los presidentes de los tres poderes del Estado hondureño y pidieron la aprobación de la extradición para todos aquellos individuos vinculado con el narcotráfico.
Ante la petición, el Legislativo aprobó el decreto 269-2011 contentivo de la reforma del artículo 102 de la Constitución, el cual se publicó en La Gaceta el 24 de enero de 2012 y entró en vigencia en el año 2013, tras su ratificación, lo que daba luz verde a la extradición, aunque sin reglamento.
La modificación establece que “ningún hondureño podrá ser expatriado, ni entregado por las autoridades a un Estado extranjero. Se exceptúan de esta disposición los casos relacionados con delitos de tráfico de estupefacientes, en cualquiera de sus tipologías, terrorismo y cualquier otro tipo de criminalidad organizada y cuando exista tratado de convenio de extradición con el país solicitante”.
El primer capo en ser capturado en marzo de 2014 fue Carlos Arnoldo Lobo, posteriormente empezaron a caer y entregarse otros cabecillas de los carteles. En el 2016 Tony Hernández fue mencionado como parte de ese mundo criminal, pero negó todo vínculo con las drogas e incluso viajó a Miami a ponerse a la orden de las autoridades antinarcóticos y regresó tranquilamente a Tegucigalpa.
El 23 de noviembre de 2018 Tony Hernández fue capturado en el aeropuerto de Miami y sometido a la justicia por tráfico de drogas. El 2 de octubre de 2019 inició su juicio en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, presidida por el juez Castel. Al final un jurado lo encontró culpable y el 30 de marzo de 2021 el juez le impuso una cadena perpetua más 30 años de prisión por tres delitos de narcotráfico y un cuarto por hacer declaración falsa.
La caída de Tony y de otros capos, era la antesala de lo que se le vendría a Juan Orlando Hernández- identificado en los documentos de las agencias antidrogas como el CC-4- quien desde Casa Presidencial dirigía a una poderosa estructura de narcotráfico, con nexos con el cartel de Sinaloa liderado por Joaquín Guzmán Loera, más conocido como “El Chapo”.
Una vez que JOH dejó el poder el 27 de enero de 2022, la Policía hondureña al mando comisionado general Ramón Sabillón Pineda, entonces ministro de Seguridad, cercó al exmandatario para evitar su fuga. El 15 de febrero de ese mismo año fue capturado en su casa y puesto a la orden de la CSJ para la aprobación de su extradición.
Hernández apeló la decisión de extradición, no obstante, el 28 de marzo, la CSJ rechazó su apelación. Al final el Pleno del Poder Judicial determinó que debía ser entregado a la justicia norteamericana y 21 de abril de 2022 fue extraditado.
“El reciente expresidente de Honduras, supuestamente se asoció con algunos de los narcotraficantes más prolíficos del mundo para construir un imperio corrupto y brutalmente violento basado en el tráfico ilegal de toneladas de cocaína a los Estados Unidos”, expresó el fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, tras la llegada de JOH a Estados Unidos extraditado.
“Se alega que Hernández usó sus vastos poderes políticos para proteger y ayudar a los narcotraficantes y líderes de cárteles, alertándolos sobre posibles interdicciones y permitiendo la violencia fuertemente armada para apoyar su tráfico de drogas”, expuso el fiscal norteamericano.
De acuerdo con el abogado Lester Ramírez, Juan Orlando Hernández podría recibir una condena peor a la de su hermano Tony, porque en el juicio el expresidente quedó como el cabecilla de una gran conspiración. “Una sentencia menor a la de su hermano no va a ser”, añadió.
Él es del criterio que la condena de Estados Unidos no va a dejar ningún mensaje a la clase política hondureña porque a esta no le importa, ni tiene escrúpulos en su camino al poder. Aunque haya leyes que buscan controlar el financiamiento de las campañas electorales no las respetan, ni respetan a sus instituciones. “Eso dice que no hay ningún mensaje recibido”, analizó.
Para Ramírez, los incentivos que reciben los políticos al llegar al poder son más grandes que cualquier costo o escarmiento que puedan pagar ante la justicia. No tienen miedo porque los beneficios son más altos que los costos, expresó el profesional del derecho.
Asimismo, el abogado Kenneth Madrid, espera que el exmandatario reciba una pena similar a la de Tony a quien el juez le exigió una conducta más allá de la de un ser humano tradicional porque él era un legislador.
“Creo que el reproche que le va a hacer el juez al expresidente Hernández va a ir en la misma línea que el tenía que comportarse de una forma diferente y ejemplar por lo tanto la pena andará oscilando similar a la de Tony o agravarla a dos cadenas perpetuas, porque él era un presidente”, sostuvo Madrid.