Tegucigalpa

Los Dolores, transformada en un emporio cultural y turístico

En la plaza los capitalinos tendrán la oportunidad de hacer uso de más de 3,000 metros cuadrados que conservan la vieja construcción clásica y al mismo tiempo tienen un toque de modernidad. Además, está diseñada con amplios espacios de recreación.

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17.08.2012

El viejo vestido de la plaza Los Dolores desapareció. Su nuevo traje la hace lucir como una princesa a la que todos quieren conocer.

Este jueves, las autoridades municipales, en compañía de unos 300 capitalinos y representantes de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT) y del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), inauguraron el recien remozado espacio que se perfila para ser el centro del encuentro turístico de nacionales y extranjeros.

En la plaza los capitalinos tendrán la oportunidad de hacer uso de más de 3,000 metros cuadrados que conservan la vieja construcción clásica y al mismo tiempo tienen un toque de modernidad.

La celebración de la santa eucaristía en la iglesia Los Dolores, presidida por el padre Bosco Rodríguez, vicario del templo católico, dio inicio a la inauguración.

El alcalde Ricardo Álvarez destacó la colocación de una enorme imagen del santo patrono de Tegucigalpa, San Miguel Arcángel, como una clara señal de que el bien siempre debe prevalecer sobre el mal.

“La plaza y la iglesia Los Dolores son de esos símbolos de encuentro vecinal o espiritual, forman parte de la memoria de esta ciudad, cuyas generaciones tienen mucho que decir de sus vidas en relación con ellos. Son espacios públicos que nos pertenecen a todos”, manifestó.

Asimismo, dijo sentirse orgulloso de entregar una plaza bella a los capitalinos, al tiempo que garantizó la seguridad policial.

En su discurso anunció tres nuevas obras: la construcción de una plaza en la salida a Olancho y la recuperación de los parques La Libertad y el Obelisco.

430 años de historia

La plaza Los Dolores data de 1579, cuando se inició a construirse la iglesia, pero no se concluyó sino hasta 1812, gracias al esfuerzos de los vecinos mestizos que habitaban en sus cercanías.

Ante el crecimiento de la población, la actividad comercial de Tegucigalpa aumentaba, y a principios del siglo XIX, el alcalde de la ciudad, don Jesús Estrada, inició la construcción del mercado Los Dolores.

Es así que este espacio comercial que hoy se conoce como la plaza Los Dolores estuvo secuestrado por vendedores hasta que fue recuperado el 3 de agosto de 2006, como parte del rescate de los espacios públicos del centro histórico.

Las negociaciones para hacer posible que los vendedores se salieran de la zona estuvieron marcadas por intensos diálogos, recordó el director de Ordenamiento Territorial de la comuna, Nelson Abdalah.

“El trabajo que hoy podemos disfrutar es producto de un enorme sacrificio, por momento pensamos que no sería posible”, expresó.

Y es que en los desalojos los ánimos se caldearon, a tal grado que la Policía Nacional tuvo que intervenir.

No obstante, al ver la belleza que hoy tiene este espacio público, José Manuel Martínez, vendedor del viejo mercado, no pudo evitar reconocer que “Nosotros teníamos destrozada esta plaza, era necesaria la salida, hoy tenemos asegurados más clientes en nuestros negocios”.

Remodelación

Los trabajos de remodelación iniciaron a mediados de febrero, luego de un esfuerzo por identificar el financiamiento, que tuvo eco en la

Cooperación Española, que donó los tres millones de lempiras que costó la obra.

El arquitecto encargado del diseño, Miguel Antonio Gutiérrez, aseguró que la construcción duró un aproximado de cinco meses.

“Hemos hecho una combinación de conservación de la construcción clásica con un toque de modernidad que sea capaz de atraer a la familia a capitalina a disfrutar de un espacio agradable y sin ningún costo”, aseveró.

Hoy esta plaza, la iglesia y el mercado forman parte integral de un conjunto histórico que recuperó toda su belleza y ofrece un entorno único donde la historia y la modernidad se juntan.

Los atractivos

La plaza fue renovada en todo su esplendor. Está diseñada con amplios espacios de recreación, para este fin se hicieron 24 jardineras con sus respectivas bancas para que los visitantes puedan descansar.

El viejo piso se reemplazó por una alfombra. Se realizó un diseño en base a recuadros que formaron un tapete lineal, tomando como eje principal el inicio de la calle vehicular.

Este diseño contrasta con el entorno existente porque consta de seis recuadros con baldosas de color terracota, beige claro y beige oscuro.

En un extremo de la alfombra se instaló el monumento del patrón de Tegucigalpa, San Miguel Arcángel, cuyo nombre significa “quién como Dios”, formado por una base de 2.76 metros de altura.

Esta representación divina está elaborada de bronce, hierro y cobre, y está colocada sobre una base de concreto gravineado de 2.76 metros.

En la plaza luce una fuente con 16 chorros de agua que funciona tres veces al día por medio de un sistema computarizado que controla el bombeo.

Esta fuente lanza agua de forma vertical y cada uno de los chorros contiene su propio juego de iluminación de color azul.

Los beneficiados

A parte de la belleza que ofrece el nuevo espacio, esta remodelación es motivo de alegría para más de 1,000 vendedores que hay instalados en la zona.

Tal es el caso de Luz Marina Ponce, quien con una sonrisa en su rostro dijo que “antes aquí todo estaba destruido, ni a la misa venía la gente, hoy es seguro que más personas visitarán el mercado”, manifestó.

No muy diferente es la opinión de don Concepción Girón, quien aseguró que en más de 30 años de estar instalado en esta zona nunca había visto tan bonita esta plaza.