Cuando el día rozaba las 2:30 de la tarde el bombero Adalid Vivas arrojó un trozo de cartón que ardía en llamas sobre un socavón en el sector 8 de la colonia Cerro Grande, repleto de explosivos incautados.
Unos segundos bastaron para que el débil fuego encontrara su camino hacia la pólvora y estallaran los primeros artefactos pirotécnicos, sin peligro y con explosiones aisladas.
Pero un minuto después, los explosivos más virulentos demostraron su poderío con una súbita serie de ondas expansivas, cual si fueran una dinamita en acción.
Mientras el humo se esparcía en nubarrones verticales hacia el cielo, miles de pedazos de papel periódico sobrevolaban la escena y los remanentes de pirotecnia se consumían.
Así concluyó la detonación controlada del primer cargamento de explosivos incautados en el marco de la campaña “Navidad sin pólvora” y los operativos de ordenamiento en los mercados.
El producto estaba valorado en unos 600 mil lempiras y fue encontrado en unas bodegas de ferreterías en los comercios de Comayagüela, según el reporte oficial.
En la delicada detonación no se reportaron percances ni heridos, como ocurrió en 2009 con la manipulación de pólvora decomisada.
Incautación
El descubrimiento del producto ilegal se efectuó alrededor de las 11:00 de la mañana en unas bodegas localizadas en la sexta avenida, entre tercera y cuarta calle de Comayagüela.
“La idea principal es reordenar a los vendedores, pero producto de esos operativos dimos con este negocio de fachada que contiene explosivos”, declaró Francisco Calidonio, jefe de la Policía Municipal.
Según Lorenzo Sánchez, jefe de inspectores del Juzgado Municipal, aunque en las piezas se almacenan herramientas de ferretería, aprovecharon para guardar pólvora.
Durante el decomiso, los elementos tuvieron que abrir a la fuerza varias bodegas, ya que sus propietarios no se reportaron, aseguró Sánchez.
En ese sentido, las autoridades encontraron una diversidad de explosivos en el lugar, como luces de bengala, tanquetas, volcanes, chispitas, cohetes, triángulos y cebollas.
Incluso, los técnicos municipales localizaron un cargamento de morteros de ocho pulgadas de largo por tres pulgadas de diámetro, lo que denota un elevado nivel de detonación.
“Estamos dejando selladas las bodegas y les dejamos un rótulo con citatorios y para recuperar las llaves, porque entendemos que también ponen otro material aquí”, explicó.
Sin embargo, hasta horas de las tarde se desconocía la identidad de los dueños del producto incautado, así como el propietario de las bodegas.
No obstante, Miriam Reyes, jueza municipal, detalló que los comerciantes de estos productos se exponen a multas que van de cinco mil a 60 mil lempiras.
En los operativos participaron unos 40 elementos de la Policía Municipal, Juzgado Municipal, Policía Preventiva, Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) y Cobras.
Mientras que elementos bomberiles se sumaron al decomiso para apoyar con la manipulación y detonación controlada de la pólvora.
En ese sentido, el producto fue incinerado ayer mismo -como medida de prevención- en horas de la tarde.
El pasado 22 de octubre, autoridades capitalinas inauguraron la campaña 'Navidad sin pólvora', que busca prevenir los casos de niños quemados.
