La ruta migratoria hacia Estados Unidos es un camino largo, solo y lleno de peligros, tanto que cada día decenas de personas mueren, principalmente en México y Estados Unidos.
Los centroamericanos, incluyendo los hondureños, son las personas que más emprenden este viaje y en muchas ocasiones sus sueños se ven truncados por el crimen organizado, las bandas delictivas, el mal clima, al cruzar el rio y hasta al caer del tren.
Datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) muestran que desde el 1 de enero hasta el 14 de octubre del 2017 unas 448 personas que se desplazaban hacia Estados Unidos murieron en el trayecto.
El documento señala que 62 inmigrantes eran de origen centroamericano, es decir de Guatemala, El Salvador y Honduras, una de las naciones que más contribuye en el flujo de desplazados a raíz de la violencia, falta de oportunidades y poco acceso a la alimentación, según el último informe de la OIM.
También, 104 inmigrantes provenientes de las islas caribeñas –República Dominicana, Cuba y Haití- murieron al emprender un largo viaje a través del mar, al llegar a suelo suramericano para recorrer la ruta hasta México o hasta las costas de Miami, Florida en Estados Unidos.
El documento menciona que la mayoría de muertes se registran en México, donde 281 personas han perdido la vida en lo que va del 2017.
Estos datos que son inferiores en comparación al 2016, muestran un descenso de un 14 por ciento en las muertes de inmigrantes, pues para ese año unas 327 personas perdieron la vida en el trayecto hacia el abnegado “sueño americano”.
En el 2015 las muertes fueron totalmente inferiores, para ese año la OIM solamente registró el fallecimiento de 181 inmigrantes.
El informe no detalla sobre las condiciones en las que murieron los inmigrantes, sin embargo, la violencia y los obstáculos que representan la ruta migratoria son denominados como “la bestia”, muerte por ahogamiento al cruzar el rio y el crimen organizado, principales factores de los descensos de desplazados.
Deportaciones a Honduras
Aunque las autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras registran una disminución de 33.8 por ciento en las deportaciones de compatriotas en comparación al 2016, la migración continúa en aumento.
A finales de julio, Honduras era el segundo país con más deportaciones en el Triángulo Norte, después de Guatemala.
Hasta el 14 de octubre del 2017 cancillería reportaba 35,496 compatriotas retornados desde Estados Unidos y México, lo que significa 18,145 personas menos que en el 2016, pues para el mismo período de ese año 53,641 hondureños habían sido retornados al país.
Según el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras (Conmigho) 35,360 hombres, mujeres y niños habían sido retornados desde México y Estados Unidos en lo que va del 2017.
De esa cifra 27,950 eran hombres y 3,950 eran mujeres provenientes de los departamentos de Cortés, Francisco Morazán, Choluteca y El Paraíso, precisamente los mismos departamentos que registran mayor número de cuerpos de compatriotas repatriados.
También se registró el retorno de 4 2,282 niños y 1,190 niñas menores de 18 años, quienes estarán bajo el proceso de reinserción.
La plataforma de Cancillería muestra que 136 hombres, mujeres y menores de edad fueron deportados desde otros países de Centroamérica, Europa y Sudamérica.
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