Según detallaron los agentes, la captura se dio en un restaurante en el que laboraba Román, en la ciudad de Zaragoza, gracias a la denuncia de la dueña del negocio, quien reconoció al presunto autor del crimen, que se identificaba con un nombre falso.
Fue hasta el pasado miércoles que la policía identificó el cadáver desmembrado que fue encontrado en Madrid, capital de España, el 13 de agosto dentro de una maleta en un edificio que fue víctima de las llamas. Se trataba de Heidi Paz Bulnes, originaria de Honduras, según los datos que arrojaron las pruebas de ADN realizadas a su torso.
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Y es que, el edificio en el que hallaron los restos de la catracha es propiedad de César Román, un empresario español que es amante del arte culinario, propietario de varios restaurantes y fanático del cachopo -un plato a base de carne de res empanada con jamón serrano y queso típico de la región de Asturias-, de ahí el origen de su apodo.
Aunque las autoridades aún no enjuician a Román, él es el principal sospechoso de haber perpetrado el dantesco crimen, pero, tampoco descartan la hipótesis de que se haya tratado de un ajuste de cuentas en contra del empresario debido a los problemas económicos que aparentemente tenía desde hace unos meses.
