NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Con un nudo en la garganta y diciéndole 'perdoname por fallarte',
Manuel Gámez decidió desconectar a su hija Heydi,
una niña hondureña de 13 años que se quitó la vida en Estados Unidos, sumida en la depresión por no reencontrarse con su padre.
Después de muchos intentos y promesas, Gámez no tendrá más a su pequeña, pero podrá saber que una parte de ella le dio vida a otras personas.
'Vamos a donar sus órganos para que pueda vivir en otras personas. No la quiero recordar así, en esa cama, en coma', dijo con profunda tristeza, según un reportaje de Univisión.
La triste historia de esta familia comenzó en 2014, cuando Heydi Gámez observó cuando miembros de una pandilla mataron a su abuelo en El Progreso, Yoro, por resistirse a entregar una camioneta.
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Un año más tarde su abuela murió y su padre se vio orillado a mandarla a Estados Unidos, pero él se quedó en Honduras en caso de que la deportaran.
A los nueve años, la joven consiguió asilo en el país norteamericano, al igual que varias de sus tías, quienes también migraron por temor a las pandillas. La familia había sido amenazada de muerte.
Manuel Gámez había prometido a Heydi volver a estar juntos. Ese era el objetivo del hondureño, quien intentó migrar a Estados Unidos tres veces. En la última ocasión fue detenido y su hija -quien ya estaba sumida en la depresión- decidió quitarse la vida colgándose con un cable.
Bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, a Manuel le aprobaron un permiso especial de 14 días para despedirse de la hija, quien permanecía en muerte cerebral.
'Por favor, perdóname por fallarte. Siento no haber podido estar allí... nunca quise dejarte', le decía el hondureño a su hija al verla en una camilla, inconsciente.
Aunque fue una decisión dura, Gámez decidió desconectarla el pasado viernes 19 de julio, atormentado por no poder hacer nada y sabiendo que aún lo escuchaba, pero que no despertaría.
Además, mencionó que la niña será enterrrada en un cementerio de Nueva York, ciudad que la acogió después de huir de su país. Lo que aún se desconoce es si él podrá asistir al sepelio, pues se espera que en los próximos días sea deportado a Honduras.