Por una parte están los acuerdos del país norteamericano firmados con Guatemala y México para reducir el tránsito de compatriotas, pero a esto se suman los peligros de la ruta migratoria.
El segundo muro son los grupos criminales que se dedican a secuestrar, asaltar y a utilizar a los migrantes -quienes muchas veces piden dinero en las calles de México para poder comer aunque sea un tiempo- para el tráfico de drogas.
Dos hondureños, de 27 y 28 años, se instalaron en el Centro de Día para Migrantes 'Jesús Torres', un albergue ubicado en Torreón, Coahuila, México, que día a día ve el resultado de las duras políticas migratorias en la llegada de centroamericanos a pedir ayuda.
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“Para principios de septiembre, finales del mes pasado, fue cuando vimos una baja muy notoria en cuanto al flujo de migrantes. Teníamos uno, hubo días en que ni siquiera venían a pedir comida. Había semanas en las que solamente llegaban dos' contó a Red es Poder Javier Rodríguez, administrador del centro.
Y es que el tránsito por México es cada vez más difícil, pues con el despliegue de la Guardia Nacional los migrantes son detenidos y después de un corto proceso deportados.
'Sí, la verdad nosotros venimos de Honduras. Ha sido algo difícil llegar hasta aquí. Salimos de nuestro país sin dinero, salimos huyendo de maras y pandillas. Nos toca venir pidiendo y a veces la gente nos ayuda, hay gente que no. Sea como sea siempre conseguimos nuestros alimentos y por ahí venimos. La verdad es que no es fácil, este camino, de verdad, es para gente que quiera superarse y salir de la pobreza de su país', dijeron los dos compatriotas.
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'De 200 personas que éramos, hoy a Torreón únicamente pudimos llegar seis', puntualizaron.
México recibió en 2017 a más de 32 mil migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador, pero se espera que la cifra aumente entre 2018 y lo que va de 2019.
