La Paz, Bolivia
La justicia boliviana negó este miércoles un pedido de libertad de la expareja del presidente Evo Morales, en prisión preventiva desde febrero en una investigación por presunto enmascaramiento de ganancias ilícitas en que arriesga 12 años de cárcel.
'Se ha rechazado la cesación, se ha mantenido la detención preventiva' de Gabriela Zapata, anunció a periodistas el juez Iván Perales.
Zapata, exgerente de CAMC, una firma china que se adjudicó contratos con el Estado boliviano por 560 millones de dólares, está acusada además de asociación delictiva, falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado.
Para obtener su libertad, la exnovia del mandatario boliviano entregó al juez un contrato de trabajo con una firma de autopartes, en La Paz, que estipula que percibiría un salario mensual equivalente a 500 dólares.
El juez desestimó la solicitud porque la defensa 'al parecer desconoce las imputaciones que tiene y la actividad delincuencial reiterada, por eso el tribunal le negó la cesación a la detención preventiva', comentó el fiscal del caso, Daniel Ayala.
Zapata aseguró también que había tenido un hijo con el presidente, en un caso que desató un escándalo en Bolivia y que aparentemente contribuyó a la derrota de Morales en un referéndum en febrero, en el cual buscaba ser validado para postularse a un cuarto mandato (2020-2025).
La justicia boliviana dictaminó luego la 'inexistencia física comprobada' del supuesto hijo. La mujer aseguró luego que el niño murió.
La investigación exoneró a Zapata del cargo de tráfico de influencias. Morales -a quien la oposición también acusó del mismo delito- y la empresa china CAMC también habían sido exonerados de responsabilidad por parte del Congreso, de mayoría oficialista.
El oficialismo, que evalúa la forma en que postulará nuevamente a Morales, se resiste a aceptar el veredicto popular del referéndum bajo el argumento de que hubo una 'campaña de guerra sucia', ante acusaciones opositoras del supuesto hijo del presidente.
El presidente boliviano cerró el año con una popularidad de 49%, según un sondeo de la encuestadora Ipsos. En el caso de poder participar y vencer en los comicios de 2019, permanecería en el poder ininterrumpidamente desde 2006 hasta 2025.
La justicia boliviana negó este miércoles un pedido de libertad de la expareja del presidente Evo Morales, en prisión preventiva desde febrero en una investigación por presunto enmascaramiento de ganancias ilícitas en que arriesga 12 años de cárcel.
'Se ha rechazado la cesación, se ha mantenido la detención preventiva' de Gabriela Zapata, anunció a periodistas el juez Iván Perales.
Zapata, exgerente de CAMC, una firma china que se adjudicó contratos con el Estado boliviano por 560 millones de dólares, está acusada además de asociación delictiva, falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado.
Para obtener su libertad, la exnovia del mandatario boliviano entregó al juez un contrato de trabajo con una firma de autopartes, en La Paz, que estipula que percibiría un salario mensual equivalente a 500 dólares.
El juez desestimó la solicitud porque la defensa 'al parecer desconoce las imputaciones que tiene y la actividad delincuencial reiterada, por eso el tribunal le negó la cesación a la detención preventiva', comentó el fiscal del caso, Daniel Ayala.
Zapata aseguró también que había tenido un hijo con el presidente, en un caso que desató un escándalo en Bolivia y que aparentemente contribuyó a la derrota de Morales en un referéndum en febrero, en el cual buscaba ser validado para postularse a un cuarto mandato (2020-2025).
La justicia boliviana dictaminó luego la 'inexistencia física comprobada' del supuesto hijo. La mujer aseguró luego que el niño murió.
La investigación exoneró a Zapata del cargo de tráfico de influencias. Morales -a quien la oposición también acusó del mismo delito- y la empresa china CAMC también habían sido exonerados de responsabilidad por parte del Congreso, de mayoría oficialista.
El oficialismo, que evalúa la forma en que postulará nuevamente a Morales, se resiste a aceptar el veredicto popular del referéndum bajo el argumento de que hubo una 'campaña de guerra sucia', ante acusaciones opositoras del supuesto hijo del presidente.
El presidente boliviano cerró el año con una popularidad de 49%, según un sondeo de la encuestadora Ipsos. En el caso de poder participar y vencer en los comicios de 2019, permanecería en el poder ininterrumpidamente desde 2006 hasta 2025.