PARÍS, FRANCIA.- El
Reggae jamaicano del mítico
Bob Marley, la Romería de la
Virgen de Zapopan en
México y las técnicas para la elaboración de perfumes en la ciudad francesa de
Grasse podrían entrar la próxima semana en la prestigiosa lista de
Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Unesco.
La decisión será tomada entre el 26 de noviembre y el 1 de diciembre durante la decimotercera reunión anual del Comité Intergubernamental de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebrará en Port-Louis, República de Mauricio.
Durante seis días, los 24 Estados miembros del comité examinarán 40 solicitudes de inscripción en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad y 7 candidaturas para la lista de patrimonio intangible que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
Después del Vallenato colombiano, que integró la lista en 2015, otro género musical, el Reggae, un ritmo nacido en Jamaica e internacionalizado por el mítico Bob Marley, espera ser nombrado este año patrimonio intangible de la humanidad.
De acuerdo con la Unesco, 'si bien el reggae era originalmente la voz de las comunidades marginadas, ahora es interpretado y adoptado por una gran parte de la población, independientemente de los grupos étnicos o religiosos o de género' y desempeña un rol de 'expresión de toda la población'.
Las técnicas en materia de perfumería de la ciudad francesa de Grasse, cuna mundial del perfume, también probarán suerte la próxima semana en Mauricio.
La industria de la perfumería sigue siendo un peso pesado desde el punto de vista económico, ya que las empresas de la región representan el 10% de la facturación mundial en fragancias y sabores.
Esta candidatura es apoyada por otros países como India, China, Argentina y Japón, cuya producción de plantas para perfumes depende de la preservación de los saberes y técnicas de Grasse.
Entre los latinoamericanos, la fiesta anual de la Romería, que se celebra cada 12 de octubre en honor a la Virgen de Zapopan, en México, destaca entre los aspirantes de esta edición.
Más de dos millones de personas participan cada año en esta fiesta que cuenta con la presencia de diferentes grupos de bailarines autóctonos y convierte a las calles y espacios públicos en verdaderas fiestas.
La decisión será tomada entre el 26 de noviembre y el 1 de diciembre durante la decimotercera reunión anual del Comité Intergubernamental de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebrará en Port-Louis, República de Mauricio.
Durante seis días, los 24 Estados miembros del comité examinarán 40 solicitudes de inscripción en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad y 7 candidaturas para la lista de patrimonio intangible que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
Después del Vallenato colombiano, que integró la lista en 2015, otro género musical, el Reggae, un ritmo nacido en Jamaica e internacionalizado por el mítico Bob Marley, espera ser nombrado este año patrimonio intangible de la humanidad.
De acuerdo con la Unesco, 'si bien el reggae era originalmente la voz de las comunidades marginadas, ahora es interpretado y adoptado por una gran parte de la población, independientemente de los grupos étnicos o religiosos o de género' y desempeña un rol de 'expresión de toda la población'.
Las técnicas en materia de perfumería de la ciudad francesa de Grasse, cuna mundial del perfume, también probarán suerte la próxima semana en Mauricio.
La industria de la perfumería sigue siendo un peso pesado desde el punto de vista económico, ya que las empresas de la región representan el 10% de la facturación mundial en fragancias y sabores.
Esta candidatura es apoyada por otros países como India, China, Argentina y Japón, cuya producción de plantas para perfumes depende de la preservación de los saberes y técnicas de Grasse.
Entre los latinoamericanos, la fiesta anual de la Romería, que se celebra cada 12 de octubre en honor a la Virgen de Zapopan, en México, destaca entre los aspirantes de esta edición.
Más de dos millones de personas participan cada año en esta fiesta que cuenta con la presencia de diferentes grupos de bailarines autóctonos y convierte a las calles y espacios públicos en verdaderas fiestas.