El mandatario hizo el comentario en respuesta a una pregunta de la prensa sobre un paso entre México y Guatemala donde reporteros habían presenciado el cruce de personas sin algún tipo de control.
“Tenemos identificados 68 cruces así y en todos va a haber vigilancia”, se comprometió López Obrador.
De acuerdo con el gobernante, esa situación se debió a la corrupción imperante en el Instituto Nacional de Migración y en las aduanas, además, recordó que más de 500 elementos del Instituto fueron separados de sus cargos.
“Estamos limpiando pero esta labor lleva tiempo”, agregó. Por eso apostó por la Guardia Nacional para atajar esta “emergencia”.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo que el despliegue de este cuerpo estará finalmente listo el martes, junto con el de 825 agentes migratorios y 200 funcionarios de la Secretaría de Bienestar, como parte del acuerdo al que llegaron México y Estados Unidos para controlar el flujo de migrantes.
México se ha comprometido a desplegar 6,000 efectivos de la Guardia Nacional en su frontera sur como parte del plan acordado con Washington y que evitó que el presidente Donald Trump cumpliera sus amenazas de imponer aranceles a todas las exportaciones mexicanas a ese país.
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El gobierno mexicano aseguró que el programa migratorio comenzó a implementarse a principios de semana, pero el viernes en la región de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, no era visible todavía un incremento notable de soldados, policías militares, federales o marinos -que son los cuerpos que integran la Guardia- aunque efectivos de todas esas fuerzas están presentes desde hace semanas en los controles de las carreteras y en las instalaciones migratorias.
Tampoco eran visibles efectivos en las orillas del fronterizo río Suchiate, por donde los migrantes cruzan cada día en balsa de forma irregular.
Ebrard también hizo el viernes un llamado a la comunidad internacional y a las agencias de Naciones Unidas para que apoyen a México en el control y gestión del flujo migratorio que atraviesa el país, en la lucha contra el tráfico de personas, un negocio que según sus datos, mueve 6,000 millones de dólares año.
“No nos dejen solos”, pidió tras enfatizar que se puede avanzar en el desarrollo de Centroamérica en el corto plazo si hay un compromiso claro. “¿Dónde está la comunidad internacional? Que nos ayuden en Centroamérica”.
Asimismo, lamentó que muchos actores internacionales mantuvieran silencio durante la dura negociación con Estados Unidos para evitar los aranceles.
En la conferencia de prensa estaban presentes los gobernadores de Chiapas, Tabasco, Campeche, Veracruz y Oaxaca, quienes se comprometieron a apoyar los esfuerzos del gobierno federal en sus estados.
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