La nueva regla se aplica a personas que soliciten visas de inmigrante desde el extranjero, y no a los que ya están en Estados Unidos. No afecta a los residentes permanentes legales, ni a los solicitantes de asilo, refugiados ni menores de edad.
Pero podría aplicarse a cónyuges y padres de ciudadanos estadounidenses. Eso podría tener un impacto en las familias que intentan traer a sus padres a Estados Unidos.
La proclama indica que se prohibirá el ingreso de inmigrantes al país a menos que adquieran un seguro de salud menos de 30 días después de entrar o que cuenten con los suficientes recursos financieros para cubrir cualquier gasto médico. La medida entrará en vigor el 3 de noviembre.
El gobierno del presidente Trump intenta reformar el sistema migratorio basado en la familia y sustituirlo con un sistema basado en méritos, y el decreto del viernes es un nuevo intento por limitar el acceso de los inmigrantes a los programas públicos.
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A principios del año, el gobierno de Trump realizó cambios radicales a las reglas a fin de negar certificados de residencia permanente a los inmigrantes que reciban algunos tipos de asistencia pública. La Casa Blanca también giró instrucciones a las autoridades para recuperar de los patrocinadores los pagos de seguridad social basados en ingresos, y propuso una regla que requería verificar el estatus migratorio de todo aquel que solicitara beneficios para vivienda pública.
El seguro de salud requerido puede adquirirse de manera individual o a través de un empleador, y puede ser una cobertura a corto plazo o para enfermedades catastróficas.
La cobertura de Medicaid no cuenta. Y un inmigrante no podrá obtener una visa si utiliza subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA por sus iniciales en inglés) para adquirir su póliza. El gobierno federal paga esos subsidios.
“Aunque los inmigrantes legales son candidatos a subsidios de la ACA, se quedarían en el limbo porque la proclama no considera seguros a las coberturas subsidiadas”, tuiteó Larry Leavitt, vicepresidente ejecutivo de políticas de salud en Kaiser Family Foundation, un grupo de expertos en seguros de salud.
La Casa Blanca indicó en un comunicado que muchas personas que no cuentan con la ciudadanía se estaban aprovechando de los “generosos programas de salud pública” del país, y que estos inmigrantes contribuyen al problema de los costos no compensados de salud”.