Un fuego a unos 115 kilómetros al este de Los Ángeles arrasó con un campamento de casas móviles en condiciones de mucho calor y viento.
Y un conductor tuvo que soltar los desperdicios que transportaba en su camión y dejarlos a un lado de la carretera luego de que estos empezaran a arder, lo que hizo que las llamas se esparcieran, informó la portavoz del departamento de bomberos del condado de Riverside, April Newman, al diario Los Angeles Times.
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Más de 200 bomberos, apoyados por un helicóptero, combaten las llamas, informó el departamento en su sitio web, añadiendo que 74 edificaciones han sido destruidas.
De momento, no hay reportes de heridos.
Las autoridades ordenaron que unas 1,900 casas en la zona fueran evacuadas.
Mientras tanto, otro incendio en el noroeste de Los Ángeles afecta unas 650 hectáreas.
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Los meteorólogos han advertido de fuertes vientos y condiciones 'extremadamente críticas de incendios' el viernes y las autoridades estatales han emitido la alerta máxima por fuegos.
Más de medio millón de personas en el estado quedaron sin electricidad el jueves luego de que compañías de energía cortaran la alimentación de algunas líneas para prevenir que posibles chispazos en los cables provocaran incendios similares a los que el año pasado mataron a unas 90 personas.
