Los integrantes de la familia permanecían como desaparecidos bajo el amasijo de concretos, hierro y enseres, por lo que cada minuto que pasaba era vital para intentar hallarlos. Sin embargo, mientras avanzaba la búsqueda, las esperanzas se iban esfumando. Tras más de una semana del fatal suceso, el cuerpo de Stella Cattarossi, de siete años de edad, fue rescatado por su padre, quien protagonizó una desgarradora escena.
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Mientras tanto, Graciela Cattarossi, madre de la niña, sus padres, Graciela Ponce de León (de nacionalidad uruguaya) y Guido Cattarossi, así como una tía de la menor que había llegado de visita, identificada como Andrea Cattarossi, aún permanecen desaparecidos.
El bombero fue identificado como Enrique Arango, quien tiene más de 10 años de laborar en la estación de Bomberos de Miami y aunque según se conoció, él no estaba asignado a la búsqueda, se mantuvo ahí desde el 24 de junio cuando sucedió la tragedia.
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Consternación
'Trágicamente uno de los dos cuerpos rescatados era el de la hija de 7 años de uno de nuestros bomberos de Miami. Ellos están pagando un costo humano enorme todos los días, y les pido que por favor los mantengan a todos en sus pensamientos y oraciones. Realmente representan lo mejor de todos nosotros y tenemos que estar ahí para ellos como ellos están aquí para nosotros', dijo la alcaldesa Miami-Dade, Daniella Levine.Los compañeros del rescatista se mostraron consternados cuando narraron a los medios de comunicación que había sido el propio padre de la niña quien salió de entre los escombros cargando el cuerpo inerte de su hija, 'todos estuvieron ahí con él. Es un momento, como se pueden imaginar, muy difícil. Es una niña de 7 años. Todos, el equipo de él y el equipo nuestro, estuvimos cuando bajó a su hija', dijo conmovida la bombero Margarita Castro.
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Por su parte, otro apagafuegos recordó que su colega cubrió el cadáver de la pequeña con su propia chaqueta y tras abrazarla, la colocó sobre una camilla y colocó sobre ella la bandera estadounidense. Posteriormente, una caravana de bomberos y policías escoltaron al acongojado padre y a su hija fuera de la escena del derrumbe.
Hasta la noche del viernes se reportaban 22 víctimas mortales, pero aún hay un buen número de personas desaparecidas, por lo que la alcaldesa Levine firmó un documento para permitir la demolición de lo que queda del edificio y así acelerar la búsqueda.
